CERO AL FINAL #4 ||Christopher Vélez|| TERMINADA

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Ina...

Pasamos al súper a hacer unas cuantas compras pero he notado que Chris ha estado comportándose un poco distante conmigo y no entiendo su actitud. Creo que no he hecho nada malo o al menos no algo que yo sepa.

En el trayecto de Target hacia la casa no cruzamos ni una sola palabra así que soy la primera en romper el silencio.

-¿Chris?- no quería presionarlo tanto pero teníamos que hablar. Su mirada sigue en el camino pero aún así solo asiente para que continúe- ¿estas enojado conmigo?

En mi voz hay un tono de tristeza, no comprendo actitud y tampoco pensaba quedarme como si nada pasara solo por evitar molestarlo.

-No, amor. No estoy enojado, solo estoy sobre pensando muchas cosas- me da una sonrisa un poco seca y sigue manejando. El alivio no llegó a mi porque su actitud seguía siendo distante hasta el momento que llegamos a la casa.

Las chicas me reciben, están en traje de baño con sus hermosos cuerpos reluciendo, todos están en la alberca de afuera. Chris y yo subimos a ponernos nuestros bañadores para acompañarlos.

-¿Te gusta como se me ve?- le preguntó tratando de ser provocativa para él pero solo asiente.

-Te ves bien- No puedo creerlo.

Algo en verdad le sucedía a este chico, no me había hecho ningún comentario sucio ni siquiera se había acercado a mi para tocarme. Yo sé que le vuelvo loco así pero no me daba señales de vida ni nada.

-¿Bien?- me limito a decir. Estoy a punto de salir por esa puerta y llorar pero no quiero arruinar esta semana tan rápido.

Me bajo sin esperarlo y llego a donde están todos. Corro a la mesa y me sirvo un trago de mezcal para poder sobrevivir a esto. Si él quería estar todo el tiempo sin hablar, pues eso íbamos a hacer.

La música suena por todo el lugar que es amplio. La alberca es demasiado grande y mientras todos juegan volleyball yo me doy un chapuzón llamando la atención de todos. Necesitaba agua fría para tranquilizar mi enojo.

Es en ese momento cuando todos saltan a donde yo estoy, todos menos Michelle. La chica está en verdad buenísima. Tiene un cuerpo demasiado perfecto. Sus pechos son grandes y su cintura pequeña sin hablar de sus piernas y trasero perfectamente trabajados. Trae puesto un bikini demasiado sexy color rojo, lo único que cubre la parte inferior de su cuerpo es un pareo color blanco pero se ve demasiado imponente de pie ahí observando a todos como si conociera los pecados de cada uno.

Es ahí cuando nuestras miradas se cruzaron, ella me sonríe mientras le da un sorbo a su trago y no despega sus ojos de mi al punto de sentirme incómodamente intimidada.

-No la mires- me dice Paula- es más, en el momento que hagan contacto visual tápate los ojos porque esa mujer es como Medusa. Te convertirás en piedra.

Me rio y seguimos nadando. Llevamos minutos jugando en el agua y después de toda la cerveza que he tomado salgo por fin de la alberca para ir al baño. En el recorrido de ahí hacia mi destino me la topo.

-Hola, Ina- me dice con una sonrisa en su rostro. Sus dientes están perfectamente alineados y blancos, simplemente hermosa.

-Hola, ¿también vas a entrar al baño?

-Si, Es solo que entraron Saak y una de las chicas así que van a tardar.

-Podemos ir al de mi habitación, sirve que entramos y salimos rápido.

Caminamos escaleras arriba. No comprendía la actitud de todos con ella porque en realidad era agradable.

-Cuéntame algo rápido- me dice antes de entrar- ¿Chris te ha hablado de mi?