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Narra Ina...

En la noche que llegué a la habitación de hotel no pude hacer otra cosa más que solo besar a mi novio mientras veíamos "La sirenita"

Al día siguiente ya estábamos todas apuradas con el maquillaje y el peinado.

Al final mi mejor amiga había decidido que era mejor usar un color azul rey y tuvimos que cambiar todo pero nada era imposible.

Una chica me maquillaba mientras la otra me peinaba y yo solo quería llorar de la felicidad.

En el hotel nos habían dividido a las damas de los hombres y acompañantes del novio así que Chris estaba con Fran en la habitación de al lado.

La mamá de Lika era una persona muy dulce y encantadora. Tuvieron que maquillarla dos veces porque no dejaba de llorar.

-Ella en verdad te ama- le dije a lo que mi mejor amiga asintió.

Llegó la hora de salir. La persona que iba a casarlos estaba esperando en el filo de la playa donde todo se llevaría acabo.

Al cruzar el camino por el que Lika pasaba, no pude evitar ver lo guapo que se veía mi hombre al tal grado de imaginármelo sin camiseta mientras yo le lamo todo su cuerpo. Las sillas esan blancas y tenían un listones con diferentes tonos de azul decorando todo el lugar. En las orillas, las plantas llamadas nubes lucían el camino por donde mi mejor amiga iba a sellar su amor.

El arco que estaba a la orilla del mar tenía demasiadas flores de las cuales desconozco el nombre pero eran blancas, azules y amarillas.

Christopher me miraba con una gran sonrisa mientras las chicas que desfilábamos y yo pisábamos el piso de madera que habían colocado para que no se hundieran las zapatillas en la arena.

Por mi cabeza solo podía pasar la imagen mía con un vestido blanco y él justo como está con las manos cruzadas en las piernas y parado mientras espera a que yo llegue al altar.

Pero en fin, me pellizco el brazo y centro mis ojos en mi hermano que está más guapo que nunca con esa sonrisa. Está feliz y radiante. Me sentía orgullosa de él porque aunque sé que está mal, reconozco que juré que nunca iba a sentar cabeza y seguiría acostándose con cualquier chica que se le atravesara.

Me coloco dónde tenía que estar y es cuando empiezan a tocar el piano que mi amiga entra. Su vestido es hermoso, un corte sirena que decora su cuerpo resaltando sus caderas y ese gran velo que arrastraba en el suelo con su piel brillando. El peinado era suelto aunque más adelante se lo iba a recoger porque el clima no se prestaba a ser amable.

La ceremonia corre y mi prometido y yo nos encargamos de colocarles el lazo de cuerda con diamantes y listones significando su unión por siempre.

Cierran la ceremonia con un hermoso beso y yo corro hacia mi novio para abrazarlo y besarlo también.

-Yo también quiero que nuestra boda sea así de romántica- me toma de la cintura y me besa mientras mis brazos rodean su cuello.

-Si pudiera, ahora mismo te quitaría ese traje que te queda tan bien y te besaría cada centímetro de tu cuerpo.

-¿Vamos a la habitación?- solté una risita.

-No, vamos a la recepción. No quiero arruinar mi maquillaje porque sé que contigo no se puede quedar intacta- sigue abrazándome por la cintura mientras todos se están yendo.

-No sabes cuantas ganas tengo de meter mi rostro entre tus piernas justo por esa abertura que hay en el vestido.

-Y no sabes cuantas ganas tengo de que lo hagas- le doy otro beso de esos que solo nos damos en la intimidad- pero por hoy no será así.

CERO AL FINAL #4 ||Christopher Vélez|| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora