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Lika y yo vamos caminando por la oficinas de la televisora. Ambos hemos sido llamadas a la oficina del idiota de nuestro jefe.

Cuando ambas llegamos nos ofrece sentarnos y con un gesto malo en la cara lo hice.

Él tenía una sonrisa de satisfacción que no podía explicar. Estaba feliz, estaba siendo irónico y lo único que yo sentía eran unas inmensas ganas de tornar la pluma y metérsela en el ojo.

-Aquí estamos ¿qué quieres?- dije sin más ni más.

No me intimidaba... bueno. Solo un poco pero no permitiría que él lo notara ni tan solo un poco.

-Me encanta que eres valiente al atreverte a hablarme así sabiendo que básicamente puedo hacer que saquen a tu novio de la disquera con tan solo tronar dos dedos.

Era cierto y lo había olvidado por completo. Me limito a bajar la cabeza y dejar mi altanería por un lado.

No podía permitirme que por mi culpa lo pagarán terceros.

Él soltó un suspiro y se acomodó en esa silla de cuero café. Entrelazó sus dedos sobre el escritorio y me miró.

-Las cité porque pronto son los Premios Juventud y cómo es cada año, necesito una conductora de alfombra roja y otra de programa así que claro, ustedes fueron en las primeras que pensé.

Voltee a ver a Lika. No comprendía, Lika no era conductora y aunque yo sabía que ella moría por hacer algo así, no tenía en claro a qué venía todo esto.

-¿Entonces?- pregunté.

Odiaba que la gente le diera tantas vueltas a las cosas. Directo al grano, así me gusta. Sin explicaciones de más, solo lo que se quiere comunicar.

-Pues verá, señorita Álvarez. Quiero que usted y la señorita sean las encargadas. Una conducirá la alfombra para nuestro sitio web y la otra solo se encargará de dirigir los programas. Esto podría convertiste en una costumbre año con año.

Los ojos de mi mejor amiga brillaban como la luna llena. Le emocionaba el proyecto pero yo sabía que había algo detrás de esta propuesta tan jugosa.

-¿Qué quieres a cambio?- dije sobándome las sienes.

-¿Por qué crees que quiero algo a cambio?- me dice.

Su mirada era demasiado intensa y me daba miedo hasta cierto punto.

-Ina...- me dice Lika.

-Ina, querida. Solo quiero otra cena contigo. Vamos a dónde quieras y ya después en la noche te llevo a tu casa. Ese es el precio a cambio.

Miré a mi mejor amiga que no me decía nada con palabras pero sí con la mirada. Estaba preocupada. Ella no quería que aceptara pero su corazón llevaba deseando algo así por mucho tiempo.

Por primera vez deja de ser egoísta Ina

Y fue así como solamente asentí sin mirarlo a los ojos. No podía quitarle a una de la personas que más amo la oportunidad de llegar lejos.

-Muy bien, muñeca. Te mando los datos por teléfono.

Grabamos unas cosas y tomamos unas fotos para promocionar. En ese momento que estaba sentada mientras mi mejor amiga peinaba mi cabello por mi cabeza pasaron miles de cosas.

¿Esta era en realidad la vida que quería? No me refería al dinero y los lujos y mucho menos a Chris. Claro que lo quería a él en mi vida como nunca pero la realidad era ¿estaba dispuesta a soportar esto por un trabajo?

No lo sé. Si había algo que me había jurado era que nunca me dejaría tratar como un objeto más.

Recuerdo que lo primero que me prometí sería nunca perder los suelos ni tampoco dejarme tratar como algo que podía ser remplazado.

CERO AL FINAL #4 ||Christopher Vélez|| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora