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Al día siguiente me duele la cabeza. Estoy en la cama y no sé cómo he llegado aquí. Cuando abro los ojos caigo en cuenta que Lika está dormida a mi lado al igual que Tara.

La cabeza me duele y siento que en cualquier momento va a explotar. Me dirijo a la cocina por un vaso de agua y una pastilla para el dolor de cabeza que es insoportable.

Cuando voy al baño me miro en el espejo... que destrozada me veo. Tengo rímel por todos lados y el labial regado por mi cara. Me miro de pies a cabeza y caigo en cuenta que tengo un moretón en el hombro... no recuerdo que me haya peleado con alguien.

-¿Cómo amaneciste?- escucho a mi amiga hablar.

-¿Qué pasó anoche?- le preguntó. El moretón se ve demasiado grande y morado. Necesito ponerme un hielo o algo por el estilo. Esto se verá feo hoy en mi vestido.

-Pues... la pasamos bien- lucía dudosa y le temblaba un poco la voz.

-¿Bien?- me miro de nuevo en el espejo -¿qué pasó ayer?

-Te caíste, por eso el moretón. Ahora, bailaste mucho y lloraste... ¿por qué lloraste?

-¿Lloré?- la miro. No recuerdo haber llorado. Solo recuerdo estar bailando.

-Las chicas que nos arreglarán llegarán en una hora así que métete a bañar para meterme yo también. Tú lo necesitas más que yo.

La recepción iba a ser temprano para poder durar un buen rato en la noche. Teníamos que llegar rápido, necesito estar ahí con Zara en el momento en el que le coloquen su vestido. Es parte de algún ritual raro que vio en Pinterest.

En el momento que terminan de arreglarnos, ambas vamos para el lugar donde se celebrará la ceremonia. Cuando llegamos todas estan atareadas tratando de colocarle las zapatillas para después pasar el vestido por su cabeza.

-¿Cómo amaneciste?- me dice una de las chicas, no recuerdo su nombre.

-A la perfección- le respondo. Todas están diciéndose cosas en el oído mientras me ven pero decido ignorarlas. De igual manera no me caían bien todas.

-¿Lista?- le digo a Zara mientras le amarro el vestido.

Se ve como una princesa con su gran vestido blanco y su cabello reluciente, es como lo había soñado... recuerdo cuando íbamos en la preparatoria y ella siempre decía que algún día se casaría con un gran hombre y ambos se amarían. Que viviría su propio cuento de hadas y que Disney nunca tendría los derechos de autor para hacer una película porque su historia iba a ser demasiado buena y exclusiva que ni Disney sería digno de tenerla.

-Amiga, estoy emocionada pero a la vez nerviosa. ¿Y si al final no quiere casarse conmigo?

-Por Dios Zara- dice Ximena que también se veía hermosa -ayer no parecía arrepentirse de nada.

-¿Ayer?- pregunto. No recuerdo haberlo visto.

-Sí, ayer cuando estábamos en el hot

-Bueno, ya es hora de salir- dice Karina que entra con el canasto con las flores de todas y cada una de nosotras. Las damas teníamos que llevar un ramo y todos eran lindos con flores de colores.

Todas estamos listas, yo para ver a una de mis mejores amigas convertirse en una mujer feliz y Zara para pasar el resto de su vida al lado del amor de su vida.

Las chicas siguen mirándome y diciendo cosas al oído, están comenzando a ponerme de nervios.

-¿Qué ocurre?- le pregunto a Roma.

-¿A qué te refieres?- dice mientras terminamos de darnos los últimos retoques en esa habitación de la capilla.

-Esas chicas no dejan de mirarme y secretearse cosas. Tengo moretones en mi brazo y no recuerdo mucho de ayer- Roma comenzó a caminar y yo la seguí, ya era hora de salir porque las trompetas resonaban. Mi amiga ya estaba a punto de cazarse.

CERO AL FINAL #4 ||Christopher Vélez|| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora