CERO AL FINAL #4 ||Christopher Vélez|| TERMINADA

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La fiesta sigue y en este momento vamos a hacer el brindis para los novios. Zara me ha pedido que diga unas palabras pero no sé si sea buena idea porque el vodka sigue en mis venas actuando. Aunque ya no he tomado, siento que no estoy en mis cinco sentidos.

-Ahora una de las damas de la novia nos dirá unas palabras para terminar- dice el host del evento. Comienzo a ponerme nerviosa y eso no me gusta.

Todos están mirándome incluyendo a Christopher y eso le ponía demasiado ansiosa.

-Este... bueno, supongo que es mi turno- tomo mi copa y comienzo a hablar- hace unos años atrás, si me preguntan, yo no me imaginaría estar de pie aquí, esté presente no estaría en mis planes ni siquiera creería que fuera a pasar. Hoy todas y cada una de nosotras pasamos de ser unas adolescentes a convertirnos en adultas. Aún recuerdo cuando estábamos en el patio de la escuela el primer año planeando nuestro futuro a cinco años y si me pusiera a leer mi hoja, les aseguro que nada de esto estaba ahí, en la de ninguna de nosotras en realidad. Zara, me alegra en el alma verte realizada con tus sueños y metas cumplidos y las que faltan por cumplirse. Al lado de un hombre magnífico y una familia de lo más dulce- digo mirando a su hermanos y padres -Nate, cuídala con el corazón porque de mi cuenta corre que de no ser así, siempre tendrá cinco amigas que la van a respaldar a cada momento y no es por nada pero yo sé boxear- todos se ríen -en fin. Brindemos por todos y cada uno de los momentos que la pareja disfruto y los que faltan. Por los novios y por el amor, que aunque a veces no exista- volteo a ver a Christopher- siempre habrá la prueba de que eso es mentira- digo señalando a mis amigos con la copa- salud.

-Salud- me dice Christopher y sin que yo haga nada choca mi copa con la suya. No le respondí y me dirigí a donde Zara estaba para darle su abrazo.

-Te amo mucho amiga- le digo mientras la abrazo.

-Gracias por todo. Sin ti nada de esto sería posible. Ni mi esposo ni mi trabajo ni mi vida.

-Es algo que me agradecerás luego pero por hoy solo puedo tomar alcohol gratis.

Ambas nos reímos y regresé a la mesa. Lika estaba sentada al igual que Christopher y Joel.

Me estoy orinando en estos momentos, mi vejiga está apunto de explotar así que me dirijo al baño.

Sigo caminando cuando siento que alguien me toma del brazo y me jala hacia el estacionamiento de nuevo.

-¿Qué quieres?- le digo soltándome de su agarre, claro, obviamente era Christopher.

-Es que... no entiendo. ¿Por qué me haces esto?

-¿Hacerte qué?- le respondo.

-Llegas y te pones de pie enfrente de mi con ese vestido que traes puesto y bailas y encima de todo vas con tu noviecito y tienes sexo en el auto.

-¿Disculpa?- suelto una carcajada de ironía -Yo... yo iba a...- estaba planteándome el decirle que estaba dispuesta a regresar con él y estar juntos pero creo que ya nada puede mantenernos juntos.

-¿Qué?- dice mirándome con esa cara de aflicción. En su mirada hay tristeza y de no ser por la luz, diría que está a punto de llorar.

-Nada, es solo que ambos estamos empezando de nuevo con personas grandiosas.

-Yo no he empezado nada de nuevo, no empezaría nada si no es contigo a mi lado.

Básicamente estaba encima de mi, su aliento olía demasiado a alcohol y estaba borra yo al igual que yo.

Su mano derecha la coloca en mi mejilla acariciando mis pómulos con su dedo pulgar, no voy a negar que no me estoy derritiendo pero no debo de demostrarle que soy débil.