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Ina

Entro a la casa y todos están en la sala, las miradas se posan en mi en el momento que me quedo de pie en la alfombra de la entrada mirándolos.

Mis ojos se quedan quietos en ella, trae sus cosas y con ellas su maleta. Está apunto de irse. Todos tienen mirada enojada incluyéndome porque estaba apunto de arrancarle sus perfectas extensiones y de romperle sus hermosos dientes.

-Pues ya me voy, entonces- dice con orgullo y burla en su voz, volteo a ver a Juanpa, luce decepcionado y me siento mal por él.

-¿Entonces qué?- le digo enojada -¿piensas inventar otra de tus mentiras?

-No tiene caso, ya vi que de nada sirve- me dice y no bastan más palabras para que la tome del hombro y la saque de un empujón.

-Y no vuelvas perra mentirosa- a este punto debería de agradecer que no la herí porque con todo el enojo que le tenia estaba segura que iba a terminar en el hospital.

Noto una sonrisa de orgullo en el rostro de mi novio y no es que yo sea injusta, al contrario.

-Quita esa sonrisita porque tú también tienes la culpa- le digo pasando por un lado de él dirigiéndome hacia nuestra habitación. Traté de sonar enojada porque tenía que saber que no había cantado victoria conmigo.

Me iba a dar un baño de agua fría porque después de estar tanto tiempo bajo el sol tenía la piel demasiado roja y ardiente.

Entro en la habitación y lo primero que hago es abrir la llave fría del agua dejándola caer sobre mi piel. Siento como las gotas se turnan relajantes en mi piel y poco a poco cierro los ojos solo sintiéndolo.

Estaba tan enojada que en algún punto se había tornado en algo estresante. Así que abro de igual manera la llave del jacuzzi y la tina comienza a llenarse. Mientras esta termina sigo bajo la regadera.

Escucho que se abre la puerta del baño y no me limito en protestar, sé que él está aquí.

-¿Qué quieres?- le digo mientras hago mi cabello a un lado para que el agua me llegue al cuello.

-Quiero saber cómo están las cosas- se quita su gorra y entra al espacio con paredes de cristal llamado regadera.

-¿Cómo deberían de estar?- pregunto esperando su respuesta.

-No lo sé, ¿supongo que bien?

-Estoy enojada, no tanto como para no hablarte pero si para querer asesinarte.

-¿Y para esto?- de coloca atrás de mi y comienza a besar mi cuello pasando a la nuca y llegando a mi hombro derecho.

Estaba disfrutando de su roce y con todo el coraje que traigo un buen sexo me ayudaría a sacarlo.

-No, para esto no- tomo su traje de baño y lo bajo de un jalón.

Está totalmente erecto y listo para ser devorado. Lo tomo con una mano mientras con mi lengua hago un pequeño roce justo en la punta de este mismo. Metiéndolo suavemente a mi boca, el agua sigue cayendo por mi cuerpo y estoy seguro que ninguno de los dos siente la temperatura de esta misma por lo calientes que estamos.

CERO AL FINAL #4 ||Christopher Vélez|| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora