40 22/31

158 16 8
                                    

Estábamos justo en la ventana que separaba el avión de nosotros. Dentro de un mes los iba a volver a ver pero se sentía como si no fuera a ser así.

Una vez dentro del avión nos fuimos. Lika me iba a acompañar a buscar el pequeño junto a Tara mientras que Fran regresa a su trabajo y Christopher al estudio. Tenía todo jugando a mi favor.

Me había puesto de acuerdo con los chicos, incluyendo a Joel, para celebrarle una pequeña, pero grande, fiesta a mi novio en un club de Miami a lo que claramente estuvieron de acuerdo. Eric no podría tomar legalmente ahí dentro y yo tampoco pero por algo tenemos amigos que nos ayudarán en ese ámbito. La fiesta sería temática videojuegos. Tenía el disfraz preparado. Eran dos, uno de controles de Nintendo Switch porque él amaba más su consola que a mi misma y el otro era de un video juego que le apasionaba. Street Fighters. Según yo era perfecto.

Llegamos al refugio encantadas con Tara. Ya estaba aprendiendo a bábale y mi mejor amiga estaba un poco enojada porque aún no aprendía a decir "mamá" y para todo decía "papá" lo cual era tierno porque mi hermano no era el suyo.

Con la bebé en brazos me bajé y entramos. Era un lugar gigante con muchas jaulas grandes que tenían dentro a tres perritos cada una. Todos ladraban y daban vueltas persiguiendo sus cola.

Pero había uno en especial que tenía baba saliendo de su boca, peludo, blanco pero creo que con el polvo tenía partes del pelaje café. Sus ojos estaban tristes pero su rostro feliz. La cola la meneaba conforme más me acercaba. Era pequeño como de unos dos meses a penas.

-Esta pequeña es una bebé aún. Ya come croquetas con leche caliente pero tiene un problema en sus ojitos. Es una infección. La rescatamos a ella y sus hermanitos porque a su mami la había atropellado un auto en la carretera. Sus hermanitos fallecieron y ella fue la única que sobrevivió.

-Es linda y tierna- dice Lika.

-No hemos podido pagarle el tratamiento para sus ojitos pero estamos en eso.

-Ella será, me la voy a llevar y la llevaré hoy mismo al veterinario para que le revise y de medicamento.

Dije sin más. Me había robado el alma entera a tal grado que ni me di cuenta que me había puesto a llorar.

-Un baño y queda como nuevo- dice la chica entregándomelo con un moño de tela color rojo en el cuello. Era muy linda y tierna.

Me hicieron muchas preguntas sobre dónde íbamos a tenerlo, si vivía con niños y más cosas que eran validas.

Firmé unas hojas y me la entregaron. Cuando íbamos en el auto, la pequeña iba lamiendo mis manos y cara. Entre risas llegamos al veterinario y después de darle medicinas, alimento y un baño y muchas cosas más quedó hermosa.

Vamos a tener que traerla en una semana para ver avance pero por ahora ya era nuestra o bueno, de mi novio.

Lika la dejaría un día en su casa, mañana en la mañana la recogería para dársela a Christopher y verlo ser feliz con su nueva niña.

-Escúchame bien pequeña- dije mientras Lika la sostenía- serás su nueva niña pero no me quitarás ese lugar que mucho me ha costado.

La perrita me veía con sus hermosos ojos cafés y y su sonrisa brillante. Chris la iba a amar demasiado.

Llegué a la casa y mi novio aún no llegaba. Pau estaba sentada tomando el sol mientras que los demás chicos jugaban en la mesa del Ping pong.

-¿Lista para mañana?- me dice y me pasa una cerveza.

-No, estoy muy nerviosa.

Confesé. Solo ella, mi madre y Lika sabían de la sorpresa, pero la sorpresa chida que la perrita solo era parte de.

-Todo saldrá bien. Confía en mi.

Y eso iba a hacer. Ahora solo necesitaba relajarme así que me puse un traje de baño y baje a nadar en la alberca. Más tarde tendría que ir a grabar al programa así que mis músculos tenían que estar lo más relajados posible.

CERO AL FINAL #4 ||Christopher Vélez|| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora