LA PAURA DEL BUIO - Måneskin

CAPÍTULO 13. UN BORRACHO CON MICRÓFONO

Martes, 4 de mayo. 08:15

La alarma del teléfono de Alessia sonó. Iba a ser un día bastante ocupado.

Bajó a desayunar, volvió a subir a cambiarse y lavarse los dientes, y, a continuación, fue hacia la entrada del hotel, donde la iría  abuscar Javier en coche.

Tras unos minutos, apareció, doblando la esquina. La morena se subió al coche, y fue al Ahoy Arena, donde estuvo ensayando casi toda la mañana. Después, fue a ducharse al hotel, para luego ir al salón del hotel para comenzar a ensayar su actuación de por la noche.

Primero, se puso unas pezoneras en forma de cruz bajo una camiseta de redecilla, y se puso a tocar la parte de la batería, grabándose con la cámara, imitando a Ethan. Despues, se quitó la camiseta, y se puso una americana, para tocar el bajo, grabando la parte de Victoria, y, por último, se puso una camisa parecida a una que tenía Thomas, para grabar la parte del guitarrista. Una vez tenía todo grabado, miró la hora. Las 5 de la tarde, la cocina ya estaba cerrada, así que se fue a la máquina que había en la recepción, compró un sándwich de pollo y subió corriendo a su cuarto, a cambiarse.

Tenía una entrevista muy importante. No como las del día anterior, en rueda de prensa, no. Era en la televisión nacional del país. Al parecer, en Rotterdam gustaba su canción, y, mientras estuvo en la clínica, Javier consiguió que Johannes Brat, entrevistador más famoso del lugar, por su ultraderechismo, la admitiera en su programa. Alessia no conocía al hombre... Pero era famoso por no tener pelos en la lengua. No tenía ninguna gana de ir con ese hombre, pero era lo que le tocaba.

Se puso una falda de cuero negra, una camiseta blanca con estampados negros y sus botas militares, junto con unas medias de rejilla, y fue a toda prisa al ascensor. Al ir a entrar, se encontró de frente a Ethan. - Hola.

- Hola. - La chica iba a pasar por la derecha, pero el chico fue a hacer lo mismo por su izquierda, chocándose.

- ¡Perdón! - Se disculpó Ethan.

- No pasa nada. Venga, pasa tú primero.

- Gracias... ¿Bajas a ensayar?

- No, tengo una entrevista. - El chico asintió. - Bueno, voy con prisa.

- Sí, claro. - Ethan salió del ascensor, y Alessia se metió. - Ehm, mucha suerte.

- ¡Gracias! - La puerta se cerró, y Alessia suspiró. ¿Por qué siempre se sentía tan incómoda con Ethan?

Las puertas del ascensor se abrieron, y la chica fue corriendo al hall, donde Javier esperaba, impaciente. - ¡Vamos, que vamos a llegar tarde!

Alessia se rió, pero no dijo nada ante la mirada enfadada de Javier. Sabía que los horarios eran muy importantes para él.

Media hora después, estaba tras un plató de televisión, siendo maquillada, mientras escuchaba todo lo que Javier la decía. - ... Le he comentado que no hable de tus padres, pero no me ha gustado su reacción... Escucha, haga lo que haga, no pierdas los nervios. Estarás en un programa en directo, y él es un experto en llevar a sus invitados al límite, por eso el programa es tan popular. ¿Me has escuchado?

- Sí, señor.

- Bien... entras ahora, cuando termine esta pausa publicitaria. Suerte. - La chica fue entre bastidores, y, cuando el hombre la presentó, entró nerviosa, pero sonriente, y saludando. Se sentó a su lado, en un sillón.

- ¡Bueno, Alessia! Encantada de conocerte. -  El aliento del hombre olía a alcohol desde lejos.

- ¡Lo mismo digo!