CAPÍTULO 18. SESIÓN DE FOTOS

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Aquella noche a Alessia le costó mucho dormir. ¿De verdad Damiano pensaba aquello tan horrible?

¿Tan mala persona era como para hacer a los demás creer que podía ser una asesina? Se dió la vuelta en la cama, encendió la luz de la mesilla, y se miró al espejo, recordando los rostros de todos los asesinos que conocía: Charles Manson, Theodore Bundy, John Wayne Gacy, Vasili Komaroff, Fernando Hernández Leyva. Su rostro no se asemejaba a ninguno de ellos. Aunque seguro que las familias de ellos también creían que no tenían pinta de asesinos.

En algún punto de la noche debió de conseguir dormirse, porque cuando su alarma sonó a las 08:30, abrió los ojos, sorprendida. Volvió a mirarse en el espejo, tenía un aspecto horrible, y un ensayo en una hora y una sesión de fotos esa misma tarde, así que decidió poner café a calentar en la pequeña cafetera de la mini-cocina y meterse a la ducha para ir despejándose un poco.

Al salir de esta, y darse al menos tres de las cremas que dante le había dado, su rostro estaba muchísimo mejor, pero las bolsas seguían ahí. Suspiró, sabía que el tipo la mataría si llegaba con esa cara a su primera sesión.

Llamaron al timbre. Envuelta en una toalla, salió a ver quién era, para encontrarse a Victoria, quien estaba ya vestida, y se la quedó mirando.

Al ver que no decía nada, Alessia simplemente abrió más la puerta, permitiéndole entrar. - ¿Qué quieres?

- Verte. - La chica se sentó en la cama, mientras que Alessia se quedó de pie. - Siento mucho lo de anoche.

- No tienes que disculparte. No hiciste nada malo. - Suspiró la chica, sentándose a su lado. - Os conté algo, y lo comentasteis. Simplemente... Es un poco pronto aún como para escuchar a los demás hablar de ello como si nada estuviera ocurriendo, ¿sabes? Damiano hablaba de un asesinato como si estuviera hablando de su programa preferido.

- A Damiano le encantan los documentales sobre crímenes. Creo que se ha visto todos los de Netflix. Pero... Entiendo perfectamente a lo que te refieres.

- ¿Tan mala persona parezco? ¿Esa es la opinión que tenéis de mí? ¿Que soy una... Una...? - La voz se le fue, mientras sus ojos se cristalizaban.

- No. - Victoria la agarró de la mano. - Nadie lo piensa. Ni si quiera Damiano. Nos lo dijo, mientras ibas a mi cuarto a aporrear la puerta dijo que no eras capaz de hacer daño a nadie.

- No sé... La sola mención... Estoy muy enfadada con él.

- Lo sé. - Victoria le dio un beso en la mejilla, al tiempo que la envolvía entre sus brazos. - Tengo el presentimiento de que va a ser un día raro. Pero confío en que Damiano se disulpe. Ya le dimos la charla anoche, y creo que Ethan iba a hablar con él de nuevo ahora que no está tan borracho.

- Dile a Ethan que no lo haga.

- ¿Por qué? - La miró la rubia, confusa.

- Si Damiano quiere disculparse, que lo haga por que de verdad lo siente. No es un crío pequeño al que le tengan que echar la bronca para darse cuenta de lo que ha hecho mal. Es un adulto.

- Ya... Pero él...

- No trates de disculparle. Si quiere arreglar esto, que lo haga. - Victoria asintió, mientras su mano acariciaba el pelo de la chica.

Se quedaron mirando unos instantes, hasta que juntaron los labios en un tierno beso, que no duró mucho. - Tengo que irme, tengo ensayo en nada.

- Está bien. -  La chica la volvió a besar. - Nos vemos luego. - Victoria salió de la habitación, dejando a Alessia con otro pensamiento en la cabeza, uno que no había tenido desde la noche anterior.

LA PAURA DEL BUIO - MåneskinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora