Capítulo 27 // Robarte algo

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- En serio, no puede ser posible - dijo Marie mientras se llevaba la palma a la frente

- ¿Y ahora qué? - preguntó Fred para después sorber la pajilla de su malteada rosada

- Tal vez sea hora de hablar con ella

Marie y Fred miraron a George sin emitir palabra, el pelirrojo menor se rasco la nuca y después frotó el vello facial que había estado en su quijada últimamente

- Creo que ella lo amerita

Mientras tanto Aleene se encontraba desayunando en compañía de Lily, ambas repasaban con cuidado todo lo que había sucedido, ninguna tenía la menor idea de la presencia de George, pero ambas sabían que lo que sea que tuviera McGregor en la caja fuerte sería de utilidad para por fin deshacerse de él.

Después de unas horas Lily abandonó el departamento, George la vió salir y espero unos minutos para entrar y buscar a la pelirroja, saludó amablemente al portero y entró al ascensor, la campanilla le indicó que hora de bajar, antes de llamar a la puerta soltó un largo suspiro y sonrió cuando la vió.

- ¿Tú otra vez?

- Nos conocemos

- Yo creo que no - Aleene hizo una mueca que provocó una risa por parte de George

- Es verdad lo que te digo - Aleene estuvo a punto de cerrar la puerta, pero George lo impidió con una de sus manos - ¡En serio!

- Llamaré a la policía

- ¡No, Aleene! - la chica le dió una mirada de esperanza para su explicación - te encanta pintar, le das clases de francés a los mellizos, tu hermano se llama Ben y se caso con Eleonor hace meses, el perfume que usas es fresco como la playa y las bebidas de coco, tu mejor amiga es rubia y se llama Lily, siempre usas bragas de encaje, trabajabas en una cafetería y tu exposición fue la primera exposición en la que no intervino tu padre

Aleene se quedó pasmada, aquel pelirrojo sabía muchas cosas de ella, dudó en dejarlo pasar, pero al final ambos estaban sentados en el gran sofá, ella seguía pensando en que seguro decía la verdad, la única que podría dar esa información sería Lily, y este pelirrojo la había dicho sin titubear.

- ¿De dónde me conoces?

- Nos conocimos en la cafetería

- No lo recuerdo

- Lo sé - respondió George con tristeza - por eso estoy aquí

- ¿Por qué yo no recuerdo nada y tú sí?

- Digamos que no fue una decisión en la que intervenimos los dos

George tomo las manos de Aleene entre las suyas, al principio ella tardo en acceder, pero al sentir el toque una sensación de seguridad le invadió el cuerpo

- ¿Cómo sabes lo de mis bragas?

George sonrió con cierta malicia y una mirada de "es un poco obvio" Al notarlo las mejillas de Aleene enrojecieron, se negaba pensar en los encuentros que pudo haber tenido, y confiaba en que su memoria no le fallaba, ella no conocía a George

- Te lo puedo explicar si quieres - dijo burlonamente mientras acariciaba con la punta de los dedos los brazos de Aleene

- No lo sé, no te conozco, yo ni siquiera - se interrumpió a sí misma con un suspiro al sentir las caricias sobre sus hombros y las grandes manos de George moviendo su cabellera hacia atrás - ni siquiera recuerdo tu nombre...

- Me conoces - le sonrió tiernamente - y te conozco, tanto como para saber que no sabes si besarme o sacarme a patadas de aquí

Aleene rió con un toque de vergüenza, era verdad, las pocas caricias que le había brindado la habían hechizado ligeramente, su parte más racional que quería llamar a la policía ya había perdido su voz, y ahora lo único que quería era saber si los labios de su acompañante se sentirían tan bien como ella imaginaba.

- Ya te lo había dicho, pero adoro cuando te sonrojas

- ¿No vas a robarme nada, verdad?

George rió echando su cabeza hacia atrás

- Puedo robarte algo...

En un movimiento rápido la tomó de la mandíbula y la besó en un compás que le inyectó toda la energía que había perdido, Aleene llevó sus manos a su cuello y lo acercó más a ella, no estaba segura de lo que estaba haciendo, pero sentía emociones que no recordaba haber tenido.

George la subió cuidadosamente a él, y ella acomodó sus piernas lado a lado, la miró por un instante y después comenzó a besarle el cuello, dejando pequeñas marcas sobre su piel, mientras sus manos acariciaban sus piernas y sus dedos pasaban juguetonamente sobre su trasero.

Sus respiraciones comenzaron a acelerarse, y de la boca de Aleene lo único que salían eran suspiros, George comenzó a bajar los tirantes de su blusa mientras ella desabrochaba el cinturón de George. El pelirrojo llevó sus labios a los pechos de ella y los comenzó a besar, succionando ligeramente sus pezones erectos.

Aleene se deshizo de la playera que llevaba su acompañante, y George dejó caer las prendas de su chica sobre la mesa del centro, sosteniéndola de la espalda hundió su cabeza en su cuello y aspiro el aroma que tanto había extrañado.

- Dios - suspiró - eres tan perfecta

- Por favor... - apenas susurró Aleene

Ambos sintieron como la piel les quemaba con cada toque, George sentía un pequeño dolor en su erección, y para complacer la súplica de la pelirroja entró en ella con lentitud y cuidado, ambos se miraron ebrios por tener sus necesidades cubiertas, George se lanzó a sus hinchados labios y comenzó a embestirla con fuerza.

La sala se llenó de fuertes gemidos, la pelirroja comenzó a moverse en círculos para estimular su clítoris, mientras que George seguía embistiendola profundamente, la tomó del cuello y le susurró con voz ronca en el oído

- George Weasley

Aleene cerró los ojos, sintiendo como cada parte de cuerpo se estremecía ante él, la respiración le faltaba, y las piernas le cosquilleaban, tomo un momento para sentir el placer que le inundaba el cuerpo y por fin sintió como el líquido caliente empababa ambos

- George - sonrió relamiendose los labios - George, George, George

El pelirrojo continuó con embestidas más lentas, la besó deseoso, y cuando por fin se estaba acercando a su climax, una voz se escuchó detrás de la puerta después de tres golpecitos.

- Señorita Relish, un nuevo paquete para usted

Aleene jaló una bocanada de aire para poder contestar sin que se le quebrara la voz

- Claro, un momento, por favor

- Tal vez en otra ocasión - George la besó cuidadosamente y soltó una risita - preciosa

×

- ¿Qué te dijo? - pregunto Marie ansiosa- ¿Qué le dijiste? ¿Sí hablaron?

- Marie - dijo Fred mientras la abrazaba por los hombros - deja que explique

- Claro, claro - replicó un poco apenada

- No fue como que habláramos mucho

- George Weasley - la pelinegra rodó los ojos - ¡Fuiste para hablar con ella, no para coger con ella!

La risa de Fred retumbó por todo el comedor

- Fue casi hablar con ella, no me recuerda, pero desde ahora lo hará - le guiñó un ojo

- Eres increíble - se quejó Marie, y se acercó para darle un golpe en el hombro

- Y nuestro pequeño Georgie ha vuelto - anunció Fred entre risas

SOUL /// GEORGE WEASLEY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora