Capítulo 29 // Cita

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— Señorita Relish, sabe que siempre es un gusto

— Pero no tiene por qué molestarse, señor Finn, yo puedo bajar por mis paquetes

El portero dejo escapar una risa y después se acomodó las mancuernillas de la camisa

— Es parte de mi trabajo, y lo seguiré haciendo — se despidió con una mano y despareció del pasillo

Aleene se dirigió a su habitación como cuando era niña y tenía que abrir sus regalos de navidad, estaba muy emocionada por el paquete, pues recientemente Lily había confesado que para su cumpleaños le había pedido un paquete de óleos especiales, pero que el paquete había llegado una semana antes.

Se sentó  con las piernas cruzadas y una sonrisa de oreja a oreja, sin cuidado quitó cada cinta que le impedía su camino, era una caja blanca y suave, sus ilusiones cayeron al suelo cuando se encontró con papel blanco y la escritura en una tarjeta que sostenía el mismo "Relish"

"Me parece que sabes muy bien el castigo por allanamiento de morada.

E.R"

La caja contenía diversos tipos de tela, diseños de vestidos de novias, velos, y propuestas de adornos florales, se quedó atónita ante el contenido, su padre no era de los sujetos que bromeaba y aunque su madre había cedido algunas veces para ayudarla, dudaba que esta vez estuviera dispuesta.

Sacó todo el contenido, los ojos se le llenaron de lágrimas y un par pudieron escapar, sin embargo el llamado a la puerta la interrumpió, se secó las lágrimas con las palmas de la mano y se dirigió a la puerta.

— George — saludó sonriente — ¿O debería llamarte Harry?

George rió echando su cabeza hacia atrás

— Siempre me has llamado George — le guiñó el ojo y le extendió el brazo para que lo tomara — sé que estás confundida, así que prepare una cita

— ¿Justo ahora?

— ¿No es buen momento? Puedo pasar por ti cuando tú quieras, preciosa

Aleene sintió como las mejillas se le ponían coloradas, aunque su mente se negara y confundiera con todo lo que le decía este extraño y apuesto pelirrojo, su corazón y su estómago revoloteaban al escuchar como la llamaba, así que entrelazó su brazo con el de él y tomó su bolso que colgaba cerca de la puerta.

— ¿Cómo lo haces? — cuestionó George mientras veían sus reflejos en el elevador

— ¿Hacer qué?

— Siempre te ves hermosa — señaló el reflejo y Aleene escondió su rostro detrás del hombro de su acompañante — me encanta cuando te sonrojas

— No sabes si estoy sonrojada — murmuró

— Por supuesto que sí, por eso te escondes

Aleene dejó escapar una risita y después encontró sus ojos con los de George, haciendo una mueca de disgusto, George rió y rodó ligeramente los ojos, después le acarició lentamente una de sus mejillas

— ¿Te puedo dar un beso?

— Puedes

El pelirrojo se acercó para besarla dulcemente, mientras acariciaba su suave piel con el pulgar, la acercó más a él tomandola de la cintura, y al final del compás le dedico una sonrisa

— ¿A dónde vamos? — cuestionó mientras entrelazaban sus manos

— Ya lo verás, no desesperes, preciosa

SOUL /// GEORGE WEASLEY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora