SOUL /// GEORGE WEASLEY

Capítulo 23 // Detrás de la puerta

— ¡Tienes que calmarte!

George miró a Fred como si quisiera arrancarle la cabeza

— ¿Calmarme? — gritó con furia — ¡Le borraron la puta memoria, todo lo que fuimos ya no existe!

El silencio denso inundó la habitación, George se giró para ponerse la chaqueta

— Iré por ella

George salió en busca de Aleene, apareció cerca del edificio donde vivía, el portero lo saludo amablemente y le menciono que la señorita Relish no se encontraba en casa, el pelirrojo decidió esperar, después de un largo rato llego Lily con unas bolsas de comida, detrás de ella la pelirroja iba cargando un par de carpetas.

Ambas parecieron ignorar la presencia de George, él se levantó y corrió detrás de ellas, pero estás aceleraron el paso, pues ninguna lograba reconocerlo y solo pensaban que las estaba acechando.

— ¡Aleene, espera!

Gritó George colocando su pie para impedir que la puerta del ascensor se cerrara, las chicas solo lo miraron mal

— Disculpa ¿te conozco?

George sintió como si el corazón se le estrujara por un momento

— Algo así... Necesitamos hablar

— Lo siento, pero no te recuerdo de ningún lado

— Aleene, por favor, es importante para los dos

— Tal vez después, lo siento

La pelirroja volvió a presionar el botón que las llevaría a su piso, pero George volvió a detener las puertas, ahora con sus manos.

— ¡Oye! — se quejó su amiga — no quiere hablar ahora, déjanos ir chico, no te recuerda

George se alejó ante el rugido y defensiva actitud de su amiga, las puertas se le cerraron en la cara y el sentimiento de incompetencia lo hizo retirarse hacia un bar muggle que alguna vez Harry les había mostrado.

— ¿Decepcionado? — se escuchó una juguetona voz detrás de él — Georgie...

— Ni siquiera te atrevas a acercarte, sé bien que todo fue tu culpa

— Te recuerdo que las desiciones se toman a partir de votos

— Ni siquiera sé cómo llegaste a ser parte de nuestras audiencias — soltó con asco y desprecio

— Vamos, Georgie, sabemos que esa muggle no es para tanto

La morena le acarició el brazo y tamborileo lentamente hasta llegar a su hombro, fue esto lo que hizo que George sintiera como la sangre le hervía de la furia

— Estás completamente loca, Anne

— No es verdad, solo busco lo mejor para los dos, Georgie

— ¿Los dos? — dijo apretando los puños — estás obsesionada ¿No te queda claro? ¡No quiero nada contigo!

Anne apretó la mandíbula y se separó del pelirrojo mirándolo con recelo

— Esa estúpida muggle no tiene nada que ofrecerte ¡Que no ves que yo te puedo dar todo lo que desees!

George se levantó de golpe, haciéndola dar un ligero salto de sorpresa que casi nadie hubiera notado

— ¡Ella es lo que deseo! — palmeó la barra con fuerza llamando la atención de la poca clientela

— Suenas tan patético, abre los ojos Weasley, no tendrás un futuro rosado y feliz con ella — Anne se acercó a su oído y le hablo con desprecio y profunda malicia — nunca lo harás porque no perteneces a su mundo