Forever yours (Meliodas y Arthur)

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Galand, el mandamiento de la verdad.

Pov Omnisciente.

Meliodas se acercó un poco a aquel demonio, Arthur sintió la necesidad de tomar su ropa e impedir que fuera pero Merlín lo metió en una clase de cubo mágico, sabía que hechizo era: el cubo perfecto y sabía que no podía hacer nada a menos de que ella quitará aquel cubo pero no pudo evitar querer salir aquel hechizo.

— Así que... Este es un nido humano, han cambiado muchas cosas en 3,000 años —con una mano tomó su mentón dando una pequeña pausa mientras observaba todo alrededor, Arthur también lo hizo y por fortuna, no había ninguna familia se encontrara cerca— Pero su fanatismo por estar todos juntos... Eso no ha cambiado en 3,000 años.

Arthur pensaba en las personas que estaban en el palacio, no podía hacer nada estando en el cubo perfecto pero rogaba que no pasará nada, justo en ese instante, el demonio hizo su primer movimiento, dejando a varios kilómetros un lugar sin casas ni nada a su alrededor, causando una gran ventisca, que hizo que los demás casi salieran volando.

— Mi amada ciudad... —el pelianaranjado se sentía mal, había trabajado tanto para proteger Camelot y sin embargo, en tan sólo un segundo todo se había ido abajo—.

Merlín había sido rápida y transportó a los ciudadanos que pudieran haber estado cerca a un lugar más cerca del palacio, lo cuál Arthur agradecía infinitamente.

— He estado esperando mucho tiempo para poder pelear contigo Meliodas.

Meliodas se lanzó hacia Galand con su espada en mano, sin embargo antes de hacer algún ataque, su pecho fue atravesado por la lanza del demonio.

— Que... poder... tan bestial... —habló asombrado un caballero sacro—.

Arthur y Elizabeth no podían dar crédito a lo que veían, ambos estaban aterrados, si el rubio no era capaz de acabar con ese demonio, entonces... ¿Quien podría hacerlo?. Otros dos Meliodas aparecieron detrás de Galand, quien los corto dándose cuenta que sólo eran réplicas del original.

— Que buen truco pero estoy harto de trucos baratos, el verdadero debe venir... —Meliodas apareció detrás de él— ¡Por atrás! —al darse cuenta que otro venía de arriba no supo que más decir— ¿Acaso son otra copia?.

Atravesó en el pecho al Meliodas detrás de él y al de arriba lo tomó por el cuello, éste último pataleaba para que lo soltará, sin embargo, Galand empezó a ahorcarlo

— ¡Deja en paz a nuestro capitán! —gritó Diane quién empezó a corre hacia el mandamiento—.

— Anulación mágica. —Merlín chasqueo sus dedos ocasionando qué el cuerpo de Diane empezará a crecer a su forma original, rasgado la ropa que tenía en aquel momento— Aparición.

Por último la ropa y el arma de Diane aparecieron y fue hacia su enemigo con un ataque de su tesoro sagrado el cual le fue devuelto con una patada de Galand, obteniendo así un golpe en la cabeza que la derribó.

— Estamos en mayor desventaja de la que esperaba... —pensó Merlín mientras pensaba que hechizo usar— Debemos pensar en una estrategia.

La hechicera chasqueo de nuevo los dedos, sin embargo, el demonio al darse cuenta de las intenciones de aquella mujer se retiró aunque todos creyeron que en realidad Merlín lo había mandado lejos. Un Meliodas se encontraba en el suelo, claramente derrotado por lo que acababa de pasar, Arthur miraba atentamente al rubio, sintiendo una gran necesidad de ir hacia él y cuidarlo, Elizabeth lo miró, claramente estaba preocupado y no era una preocupación normal o la que se le tendría a un amigo, lo amaba, lo veía en sus ojos pero decidió dejar eso de lado por el momento y mirar de nuevo al frente, queriendo olvidar lo que veía.