19.

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Opción a) Arthur decide que es momento de formalizar su relación.

How to said Goodbye.

Pov Omnisciente.

Su corazón se sentía acelerado, no sabía que decir, su corazón decía que debía decir: "Claro que si" pero su mente le demandaba que dijera un: "Aún no es tiempo". No dejaba de pensar en lo que acababa de suceder hace unos segundos, cómo Meliodas y Elizabeth tenían una conexión más fuerte que el amor que él tuviera por el rubio. Tal vez no estaban destinados a estar juntos o simplemente era una mala pasada. Así que decidió hacer caso a lo que su corazón le decía aún si esa ttal vez era la decisión incorrecta.

— Señor Meliodas... —hizo una breve pausa inquietando a Meliodas quien esta ansioso por saber su respuesta— estaría encantado en estar con usted toda mi vida. —habló con cierta emoción por estar por fin con el hombre que más amaba en el mundo, no importaba en lo absoluto, lo que había pasado entre Elizabeth y Meliodas, entonces decidió abrazar al rubio levantándolo del suelo, ocasionando la risa de algunos otros—.

Varios miraron con alegría a la ahora feliz y oficial pareja, entre ellos, Elizabeth, sabía lo mucho que el rubio amaba a Arthur y viceversa, por lo tanto, estaba realmente agradecida de dejar que fueran felices juntos. Gloxinia y Drole no dudaron en observar más de cerca a la pareja, siendo el rey hada él más confundido de los dos.

— No entiendo, Drole. ¿No se supone que Meliodas estaba enamorado de Elizabeth? —cuestionó sin quitar la atenta mirada del rubio y el pelianaranjado—.

— El amor es algo muy complicado, lo cual nunca eh logrado comprender del todo —respondió tranquilamente el gigante—.

— Pero es totalmente ridículo lo que está pasando —habló sin entender del todo el pelirojo—.

— El amor es simplemente ridículo, sino no se llamaría así. Mayormente no tiene gran sentido.

— Supongo que tienes razón, Drole.

Pronto todos habían llegado a la meta donde dos mandamientos los esperaban pacientemente, Meliodas sabía que no vendría nada bueno si se trataba de ellos, debía pensar en algo pero sería difícil sin decirle a nadie y encima debía cuidar a Arthur.

— ¿Feliz por lo de Arthur, Capitán? —el rubio asintió con una gran sonrisa mirando al peliceleste— Deberíamos celebrarlo cuando ganemos el torneo.

— Deberías considerar en no beber tanto, Ban.  —el peliceleste soltó una pequeña risa y llevó su mano a su nuca para después ver a su amada y correr hacia a ella—.

Meliodas miró hacia dónde se encontraba Arthur, quién tenía la mirada pérdida, se acercó un poco y llamó su atención, él menor miró al rubio.

— Melio... —fue interrumpido por Gloxinia que empezó a hablar sobre las reglas—.

— Creo que antes de empezar debería eliminar a los del laberinto, después de todo ellos no pasaron la prueba —y así con un solo movimiento de la lanza espiritual de Gloxinia, muchas vidas fueron arrebatadas violentamente haciendo temblar un poco a Arthur—.

— Todo estará bien, pequeño Arthur —le dedicó una dulce sonrisa para tomar su mano y dejar un casto beso en ella y eso le hizo sentirse avergonzado y sonrojarse—.

Cuando fueron separados para poder pelear, Meliodas quiso tomar a su pareja para evitar que Arthur fuera lejos de él pero fue inevitable. El rey de Camelot miró a su pareja, dándose cuenta de que a su lado había lo que parecía un samurái.

Después fueron debidamente acomodados al azar, donde aquel hombre y Arthur les tocaron contra unos asesinos. Desde donde estaba, podía ver a Meliodas a lo lejos, quién parecía buscarlo desesperadamente y al encontrarlo empezó a gritar.

Forever yours (Meliodas y Arthur) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora