17.

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Pov Omnisciente.

Y así ambos chicos caminaron juntos hacia la taberna, con la luz del sol iluminando sus rostros.

Meliodas fue el primero en entrar a aquel lugar y el último en pasar fue Arthur seguido de Gowther, al sentarse el rey de Camelot en una de las mesas, el pecado de la lujuria llegó por atrás, intentando quitar al Neko de la cabeza de su majestad.

— ¡Ay! ¡Sir. Gowther eso duele! —exclamó Arthur quién seguramente tenía la cabeza bastante arañada—.

—Es muy terco —dijo con cierta simpleza Gowther quién seguía intentando quitar al gato—.


— Gowther, deja en paz al pequeño Arthur, a este paso creo que será imposible apartar a ese gato de él —habló Meliodas con una falsa tristeza—.

— Me preguntó la razón de por qué el gato no se aleja de Arthur y también me cuestionó sobre cómo apareció —se dijo a si mismo el pecado de la cabra aún intentando quitar al felino sin éxito alguno—.

(...)

No había pasado mucho desde que King se había retirado por algunas razones que no habían quedado del todo claras, Arthur permanecía en su lugar con aquel gato sobre su cabeza.

— Meliodas, Arthur, vengan conmigo a mi laboratorio —habló Merlín—.

Arthur y Meliodas sabían de que trataba, ambos voltearon a verse, sintiendo el nerviosismo correr su cuerpo. El par de chicos caminaba detrás de la mujer, quien al llegar a su laboratorio los dejó pasar cerrando la puerta detrás de ella.

— ¿Qué pasa entre ustedes dos? Han estado bastante extraños, sin mencionar que ayer Arthur durmió en tu habitación, Meliodas —el ojimorado se sonrojo al recordar eso mientras el rubio sonrió al recordar aquello—.

— Verás, Merlín, Hace tiempo empecé a tener sentimientos por el pequeño Arthur y bueno, él se me confesó, todavía no estamos saliendo oficialmente por qué queremos conocernos un poco más—Merlín miró hacia el menor—.

— A-Así es, Merlín... Cuando lo volví a ver por el ataque de aquel Golem a Camelot, me sentí feliz y no me dí cuenta hasta ese momento que lo quería de otra forma, así que... Merlín, te pido que comprendas que Meliodas y yo deseamos estar juntos —habló con un ligero sonrojo en sus mejillas—

Tomó la mano del pecado, mirándolo de un manera tierna, Meliodas le sonrió y sus ojos brillaron al verse el uno al otro, Merlín al verlos dió un pequeño suspiro.

— Aunque no quiera, buscarán la forma de estar juntos así que acepto el hecho que quieran estar juntos. &ambos dieron una gran sonrisa— Pero quisiera hablar contigo, Meliodas. Solo nosotros dos.

Arthur miró a el chico que amaba, quien asintio con una sonrisa, hizo caso y antes de irse le dedicó otra sonrisa a su chico preferido, cuando Arthur se fue, Meliodas miró a la hechicera.

— ¿Qué es lo que tramas, Meliodas? Arthur no es Elizabeth y si quieres un reemplazo de ella, te aseguro que no dejaré que juegues con los sentimientos de él de esa manera —advirtió con cierto enojo la pelinegra—.

— No estoy tramando nada Merlín. No usaría a Arthur como un reemplazo, mi amor por él es verdadero —afirmó el rubio también un poco enojado por las acusaciones de la hechicera—.

Forever yours (Meliodas y Arthur) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora