Extra.

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(Pará una mejor experiencia, escuchen el audio).

“Cartas a mi chico (5/?)”

Pov Meliodas.

Querido, Arthur:

Sé que en la carta anterior escribí que no te haría más cartas y que te olvidaría y sólo pude mantener esa promesa una semana, me es imposible olvidarte, creo que estoy cayendo en la locura, quiero saber que todavía estás ahí.

Todo me recuerda a ti, cariño. Probablemente no haya vuelta para lo que sucedió tiempo atrás, si sólo te hubiera dicho todo, probablemente nada de esto hubiera pasado, sólo queda tu recuerdo en mi memoria.

Cada vez que escuchó el nombre de tu reino intento oír lo más posible, sin embargo, la gente en cuanto nota mi presencia calla, nadie quiere decirme algo sobre ti, Elizabeth me retiene aquí para no ir a Camelot, diciendo que solo me haría más daño. No podría hacerme más daño del que te hice a ti.

Angélica siempre que viene a verme normalmente me pregunta cosas a mi y por más que pido un poco de información sobre tu estado, no hay ninguna respuesta. Merlín me mantiene alejado de Camelot gracias a uno de sus hechizos.

King y Diane vienen a visitarme seguido para saber que sigo en Liones y no en las cercanías de Camelot. Ban me ha pedido que me vaya con él al reino de las hadas pero me eh negado.

Te preguntarás, ¿Por qué no simplemente hago mi vida como antes de conocerte? Y es por que simplemente no puedo, no puedo...”

Varias lágrimas cayeron sobre aquella hoja de papel que contenía los escritos y los sentimientos de aquel rubio que se encontraba solo en aquella habitación fría y callada, solo siendo interrumpida por los sollozos de Meliodas.

Lo extrañaba inmensamente, extrañaba el calor que Arthur le proporcionaba con sus abrazos, extrañaba la dulce voz del chico al llamarlo, en verdad lo extrañaba y se sentía culpable por todo lo que había pasado.

Miró a su lado abriendo un cajón, ahí se encontraban todas las cartas que había escrito, todos lo alejaban del hombre que más amaba en el mundo entero, incluso el correo rechazaba sus cartas antes de siquiera ser enviadas a Camelot y si tenía éxito en pasar, siempre regresaban de aquel reino para Liones y dadas de nuevo a Meliodas por Elizabeth.

Ninguno de sus amigos quería verlo así pero no podían negar lo que había pasado ese día, no había vuelta atrás y él tenía que aceptarlo para poder dejarlo ir y seguir con su vida.

Preferían que fuera así, al menos esperaban que algún día ese sufrimiento se fuera de su vida.

No tengo nada que decir aquí así que

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No tengo nada que decir aquí así que...

¡Sayonara!

Forever yours (Meliodas y Arthur) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora