Calypso ՞๑ kookmin; omegaverse

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—Mi señor.—El coronel hizo una reverencia.—Los informes del día ya están hechos.

—¿Alguna buena noticia?—Preguntó Namjoon, indiferente, lanzando los dardos a la diana que había hecho construir para él.

—Ninguna, señor.

—Esos malos informes empiezan a molestarme, y mucho.—Dijo mientras lanzaba uno de los dardos, dando justo en el centro; tenía una puntería destacable. Desde muy pequeño su padre le había enseñado a usar flechas, había pulido su puntería hasta ser muy bueno con las balas. Siendo un príncipe, le servía mucho aquello.

Así podría dar en medio de la frente de sus enemigos.

—Es que nadie ha visto al navío del capitán Jeon, no ha aparcado en ningún puerto.

—¿Entonces el kraken se los ha tragado?—Soltó una risa sarcástica, nuevamente lanzando un dardo.

—No, señor, pero nadie su paradero ni a la dirección en la que navegan.

—Te creo.—Frotó sus manos al terminar su pequeño juego, las posó detrás de su espalda y fue caminando con pasos firmes hacia su silla, era hora del té.—Siéntate, acompáñame a tomar té.

El coronel le hizo caso, se sentó frente a él lo más cómodo que pudo y vertió en su taza de porcelana la pequeña bolsa de té. Ambos alfas pusieron dos cubos de azúcar en sus tazas y revolvieron el té con sus cucharillas de plata.

—Señor, lamentó hacerle esta pregunta pero es algo que escuche entre los pobladores de la última isla que visitamos.—Dijo el coronel.

—Te escuchó.

—¿No se ha puesto a pensar que Jimin pudo haber huido? Es decir, es una idea muy probable, ningún guardia cercano escucho algún grito o forcejeos. Además, ¿cómo Jeon podría entrar al palacio a llevarse a su prometido sin que nadie lo vea? lo más probables es que Jimin haya estado en las catacumbas y así...hubiese escapado.

Namjoon soltó una suave risa.—¿Me estás insinuando que mi prometido escapó? ¿Con un pirata?—Soltó una risa, dejando su taza en medio de la mesa.—Hoseok, vamos, eres más que los rumores que la gentuza pueda decir. Sea como haya sido, Jeon se llevó a mi prometido, secuestro a mi omega. Jimin viene de una familia prestigiosa, la vida que le prometía a mi lado era la que siempre ha debido desear. No escuches a la gente y sus rumores que lo único que quiere es manchar el nombre de Jimin...más de lo que ya debe estar manchado.

Hoseok asintió por lo bajo, volviendo a tomar de su taza de té. Queriendo hacer caso a lo que decía el príncipe.

Porque de cierta forma era cierto, Jimin venía de una familia prestigiosa, era alguien de buen apellido. Al igual que todos los omegas ricos; su sueño es común, casarse con un alfa tan o más prestigioso que sus propios apellidos. Por lo que era prudente pensar que el omega fue arrancado de su dulce destino a la fuerza, con jaloneos y manos embarradas de fango.

Pero la realidad era otra, pues el sueño que siempre había tenido Jimin era poder sentir contra sus pómulos la libertad.

Ahora, mirando al horizonte como el sol se escondía a lo lejos, viendo a las gaviotas volando hacía sus nidos y escuchando el golpear de las olas contra el barco. Se sentía libre cual gaviota, aleteando en el cielo y tocando con sus pequeñas patas el agua salada.