XXI

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Dándole un último vistazo al barco que se alejaba con las olas soltó un pequeño suspiro, deseando con todo su corazón que llegasen a salvo a su siguiente parada. Acomodó su sombrero antes de darse la vuelta y seguir, asegurándose de que el dinero que el capitán Jeon se mantuviera seguro encima de sus cabellos rubios. Aquello fue un gran gesto, siempre lo tendría en mente cuando use las monedas para su supervivencia en el puerto.

Camino hasta llegar a la entrada principal de aquel, mirando perplejo aquel lugar. Fueron pocas las veces en las que le concedieron el visitar algún puerto, era contado con sus dedos; pero lo que recuerda de aquello era el buen orden, la buena limpieza, tal vez era porque eran puertos de la alta sociedad, porque en el que se encontraba era muy lejano a lo que conocía. Lleno de piratas, lleno de ruido, con mucho desorden, apenas mostrando decencia alguna. Pero ahora era lo que menos le interesaba.

Era un nuevo horizonte después de todo, solo tenía que mantenerse seguro.

Su estómago comenzó a rugir, se había levantado y no había podido comer nada pues tenía que irse, pero por mas hambre que tuviese no sacaría su pequeña bolsa con mucho dinero; sería colocar una cuerda en su cuello. Así que desde su lugar busco algún lugar donde pudiese estar a solas y así pudiese sacar algunas monedas, al encontrar su lugar oculto sacó su bolsita y tomó unas cuantas monedas, volviendo a dejar la bolsita en su lugar. Suspiro contento al asegurarse de que nadie le hubiese observado de muy de cerca, podría comer y estar seguro.

Fue al primer puesto de frutas y se compró dos manzanas, era para lo único que le alcanzaba con lo poco que había sacado, algo que había adquirido de sus días en la Escarlata fue el gusto por las manzanas, Taehyung siempre las comía y le convidaba de un poco de ellas. Se sentó en el mismo lugar en donde había sacado su dinero para comenzar a comer sus manzanas, pensando en lo siguiente que haría, tendría que planear en unas escaleras sucias lo que pasaría con su vida.

Comenzar de cero sería una de las tareas más difíciles que tendría.

Pero no más difícil que la preocupación que Jungkook tendría que llevar en su espalda mientras las olas los llevaban a su nuevo destino. Mientras se mantenía al timón no dejaba de pensar en Jimin, en su seguridad, en lo que estuviese haciendo, le causaría mucho dolor de cabeza si seguía así; solo quería saber como se encontraba el omega. En un impulso quiso volver por el omega y así llevarlo a un lugar más seguro que aquel puerto de piratas, pero no lo haría; no era un déspota que hacía lo que quería con ventaja a su condición de alfa. Aunque le doliese la cabeza por la preocupación.

—Andas más callado de lo normal. —Escuchó a su lado, obviamente era Taehyung.

—No es cierto.

—Lo es, es lo más que has hablado desde que Jimin se fue. Ya, a mi no me puedes engañar, ¿Qué te pasa?

—Nada.

—Vamos, Kook...

—Solo estoy preocupado.

—Mhm, yo también, pero él sabrá cuidarse ¿no?

—Si, él es muy valiente.

—Si mira que meterse a un barco pirata te dice mucho. —Sonrió. —Hasta un alfa se lo pensaría más de una vez para hacer lo que hizo.

—Su valentía es de admirar. Es pequeño y bastante delicado, pero es muy valiente.

—Hubiese querido que se quede más tiempo, hubiese sido un buen tripulante.

—Lo hubiese sido. —Asintió con un susurro. —Pero ahora solo hay que desearle una buena vida.

—Por la buena vida de Jimin. —Dijo Taehyung, brindando al aire.

Calypso ՞๑ kookmin; omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora