XXXII

10.8K 1.7K 249
                                    

Las labores de Jimin no habían cambiado dentro del barco, aún era encargado de la limpieza de la proa y de algunas tareas pesadas como el traslado de las cuerdas que sostenían las velas; ya se había vuelto un experto en ello, ataba como nunca las sogas que sostenían las velas, hasta se subía en el mástil para un nudo mejor asegurado. Aunque las tareas no eran muy elaboradas pues mientras se mantenían en el transcurso del destino trazado en un mapa perdido, solamente se dedicaban a navegar.

Los días llegaban a ser bastante cortos cuando se la pasaba alejado de Jungkook, ahora mismo veía el sol ocultándose al horizonte tras un día pesado llevando las sogas sobre su espalda. Solamente en la mañana había podido ver a Jungkook, ambos tenían trabajos que hacer; Jimin llevando y atando sogas, y Jungkook planeando la venta del cacao que habían conseguido.

En una de sus paradas habían logrado conseguir un trueque de cacao por plata con nativos de un pueblo cercano a las costas. El cacao se vendía muy bien en la ciudad, por lo que sería una buena ganancia.

Después de apreciar el ocaso, fue hacia el despacho del capitán, tocando la puerta para avisar de su presencia y luego entrando. Se encontró con Jungkook y Taehyung platicando con una botella de ron cerca, los botes de cacao sellados a las espaldas de Jungkook.

—Hey. —Saludo Jimin.

—Minnie. —Saludo de vuelta Jungkook, todo con una gran sonrisa sobre el rostro, más expresivo de lo normal; era trabajo del alcohol que posaba a su lado. —Siéntate, cariño.

Jimin sonrió y tomó el asiento que estaba al lado del capitán, sentándose al lado del alfa que quería.

—Hablábamos sobre el gran dinero que le sacaremos al cacao en la ciudad. —Dijo Jungkook.

—Y personalmente creo que tu serias de buena ayuda vendiendo ¿Quién no le quisiera comprar algo a un omega bonito? —Sonrió Taehyung.

Claramente ambos empezaban a experimentar los síntomas de la borrachera.

—Puede ser una buena idea. —Respondió Jimin con una sonrisa.

—No. —Dijo Jungkook, tan serio como siempre solía estar. —Aún nos mantenemos en tierras inglesas dominadas por la dinastía Kim, en cualquier rincón pueden estar buscando a Jimin y ponerlo a vender sería su condena.

Las sonrisas de los presentes se borraron tras oír la pesada y grave voz de Jungkook, tenía razón, el alcohol había nublado la mente de Taehyung y el pensamiento de ser libre se lo había nublado a Jimin.

—Cierto, lo había olvidado. —Dijo Taehyung. —¿Y por qué...no movemos nuestro mundo hacia otra nación?

—¿Cómo...?—Preguntó Jungkook, sosteniendo la mano de Jimin por debajo de la mesa, quitando el ceño fruncido que se había adueñado del rostro del omega.

Calmando la tormenta que se llevaba en su interior; por no ser completamente libre.

—Irnos a Rusia, a sus aguas heladas. —Dijo Taehyung.

—¿A molestar a un Zar? —Sonrió Jungkook.

—Algo así, tal vez podrías tener una mejor relación con un rey. —Dijo Taehyung, terminando el ron de su vaso de metal. — He oído que en otras naciones los reyes o reinas tienen tratos con piratas para que les den oro o plata de sus expediciones, eso podría ser bueno para ti, para nosotros y...para Jimin.

A Jungkook le importaba mucho mantener a salvo a Jimin, le importaba mucho liberar aquellas cadenas que aún yacían sobre sus tobillos. Quería que sea tan libre como él, sabía que nunca lo sería si aún se mantenían en tierras inglesas, pero si se alejaban de aquella dinastía, podrían ser libres muy lejos. Jimin sería libre, eso era lo que buscaba Jungkook.

Calypso ՞๑ kookmin; omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora