Calypso ՞๑ kookmin; omegaverse

XXXV

Le dio un último vistazo a Jungkook antes de bajar hacia el camarote, el caminar se le dificultaba por el constante movimiento que el barco presentaba, las olas lo movían y el viento también, inestable por el fuego que había sido golpeado contra su madera añeja. Corrió hacia el camarote encerrándose dentro, buscando algún punto ciego para poder esconderse; para resguardar su vida.

Quiso llorar por el miedo que lo invadía, temblar hasta que sus dientes choquen entre sí causando ruido. Por primera vez en aquel barco, se sintió perdido, sin rumbo, a la deriva. Sintió terror, tristeza, angustia y nervios, no sabía lo que pasaría, no tenía ni la más remota idea. Solamente esperaba y rezaba con que Jungkook los mantenga seguros.

Rezaba por la seguridad de Jungkook.

Sus manos comenzaban a sudar y su corazón palpitaba cada vez más rápido, sentía que pronto le daría un ataque al corazón por lo atemorizado que se encontraba. Solo juntaba las manos para que todo esté bien.

Sentía como el barco se movía, sobreviviendo tras los golpes dados, huyendo de una batalla que no pidió y de repente, sintió dos veces como el barco era atacado, los tambaleos siendo incesantes. Estaba sentado en el piso tratando de conseguir estabilidad, se sentía como en una cuna.

Jimin tenía miedo por lo que sea que fuese a pasar y se culpaba por ello.

Porque si jamás hubiese entrado a ese barco, jamás hubiera sido atacado de esa manera tan desigual, si hubiese aceptado su destino escrito por sus padres; no hubiese puesto la vida de Jungkook en peligro.

Fue aquello que le atormentó aún más, pidió al cielo y la luna oculta que protegieran a Jungkook, porque era él quien salía perdiendo.

El terror que sentía le estaba haciendo marear, sobre todo ahora que estaba sentado en una esquina esperando a que Taehyung le dijese con una sonrisa que todo estaba bien. Que podría salir y correr a los brazos de la persona a quien amaba, de la persona de la cual estaba enamorado profundamente.

Solamente se escuchaba el sonido de los cañones, después todo era silencio, se preguntaba qué es lo que pasaba afuera y cuál era el panorama. Pero no saldría, no quería poner más nervioso a Jungkook.

De repente escucho como la puerta se abría, suave y silenciosamente, se puso en alerta y miró desde una rendija; era Taehyung. Verlo a él le trajo mucha tranquilidad, porque significaba que todo estaba bien y que ahora podría salir, podría correr a abrazar a Jungkook.

Salió de su escondite, caminando hacia Taehyung, Jimin le sonrió; pero el alfa no le devolvió ni una sonrisa. Se notaba preocupado.

Y Jimin pensó que era normal, pues habían recibido un ataque sorpresa, antes de llegar hacia él un nuevo estruendo se escuchó, uno bastante fuerte; hizo que Taehyung y Jimin cayeran de costado. Al parecer nada había cambiado.

—Vamos. —Dijo Taehyung antes de tomar la mano de Jimin y levantarlo del piso.

El omega no dijo nada y lo siguió, dejando el camarote.

Estando fuera noto el desastre que sacudió el barco, uno de los mástiles había sido derribado, las velas yacían en el agua.

—¿Dónde está Jungkook? —Pregunto Jimin.

—Aun sigue en el timón tratando de alejarnos, pero el barco ya no se mueve, los ataques estratégicos nos dejaron inmóviles. —Dijo aun sosteniendo de la mano a Jimin. —Huiremos en las balsas, mientras tanto.

Al escuchar aquello lo único en que pudo pensar fue en Jungkook, por eso preguntó y se detuvo. —¿Jungkook vendrá con nosotros?

Taehyung no le respondió, solamente lo jalo para que siguiera caminando, ya llegaban al borde del barco para irse.