XI

12K 2K 156
                                    

Las cosas no habían cambiado tanto, aun nadie en la embarcación le hablaba, aún nadie siquiera se atrevía a mirarle de reojo, era como el bicho raro en el barco, como el parásito o leproso; ni pasaban cerca de él. Llevaban lejos la orden de su capitán, al parecer, le tenían demasiado respeto como para siquiera respirar cerca de él.

Apreciaba eso, que no tratasen de sacar provecho de su contextura grande y fuerte, pero, le hacían sentir un inadaptado que solo se la pasaba mirando al mar, mientras los demás jugaban con cartas o dados. Aunque, bueno, viviría una vida así; al haber escapado de su antiguo destino tendría que mantenerse al margen y mirar desde lejos.

Igualmente, nada sería peor que vivir una vida atado a alguien que no amaba.

Suspiro mientras continuaba con su tarea diaria, mirar las olas y como estas chocaban contra el barco, una tarea asignada por él mismo.

Otra tarea asignada por si mismo era la de buscar con la mirada al capitán Jeon, quien siempre estaba en el timón; mirando al amplio mar, buscando algo entre las inmensas olas, penando entre el agua.

Jimin quería saber, cual era esa pena que se veía en los ojos del capitán, tan profundos y misteriosos. Tenia mucha curiosidad sobre aquellas cuestionantes que surgían desde esos ojos redondos y quería resolverlas, porque seria lo único que le mantendría entretenido en aquel enorme barco en el cual parecía más un fantasma que un tripulante.

Así que decidió ir a la única persona que parecía no tener miedo de hablarle, dejo de ver hacia las olas de mar y camino para hacer su camino hacia Taehyung, donde sea que se encontrase. Y algo llamo su atención, que cuando estuvo haciendo su camino hacia otro sitio, sintió unos ojos sobre él y de reojo vio de quien se trataba; el capitán Jeon le seguía con la mirada. Suponía que, era para asegurarse de su bienestar en su navío. Era eso. Ya que Taehyung le había recalcado que Jungkook estaría en la mira de su ex prometido y que si algo le llegase a pasar, estaría colgando en la plaza principal y posiblemente su cabeza se exhibiría en todos los lugares.

Jimin creía que era falso, aquella gran venganza que Namjoon podría cometer si algo le llegara a pasar, sabía que él no lo amaba y que solo era un capricho suyo, el capricho de aquel gran e imponente alfa que tiene lo que se le plazca. Posiblemente si llegase a morir en alta mar, Namjoon mataría a Jungkook pero al día siguiente se encapricharía con otro omega de clase alta. Así eran los alfas.

Dejo de pensar en su vida pasada y entró hacia la "oficina" de Taehyung, aún conservaba los buenos modales que se le impusieron a palazos; tocó la puerta suavemente y solamente entró al lugar cuando escuchó el suave "pase". Saludo con una reverencia y quiso reír por cómo había encontrado al alfa, peleando con su vida por pelar una manzana en rodajas, tan concentrado que parecía que la vida le dependía de aquellas rodajas.

—No tienes porque saludarme con una reverencia, no soy de las personas ricas que has conocido toda tu vida.

—Solo son buenos modales.

—No los necesitas acá.—Se encogió de hombros.—Pero es bueno ser respetado ¿no?

—No podría decirle una respuesta, nunca he sabido de aquello.

Taehyung levantó una ceja, confundido.

Tal vez el estar tanto tiempo en alta mar le hacía olvidar cómo eran las cosas en tierra firme, el poco respeto que se les daba a los omegas. Jimin era ciertamente más afortunado que otros omegas, aún así, siendo rico, no recibía respeto alguno; ni de sus padres que solo lo veían como una vaca gorda para casar con el mejor postor.

—Bien, omega, ¿a qué has venido acá?—Pregunto.

—No tenía nada más que hacer, y como usted es el único quien me habla quise venir a hacerle algunas preguntas.

Calypso ՞๑ kookmin; omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora