Al amanecer podía escuchar con mucha claridad a las gaviotas graznar, las veía volar muy cerca de las velas y del barco, observando cómo estas aves recogían a sus presas de la superficie del mar. Los cazadores de pequeños peces despistados. Siempre al acecho.
Observaba el transcurso de la vida desde su lugar mientras el viento despeinaba sus cabellos rubios, se había levantado más temprano que de costumbre, le gustaba mucho ver a las gaviotas volar cerca del barco.
Una de sus actividades recurrentes por las mañanas era recostarse para ver el amanecer o simplemente observar el horizonte. Le gustaba pensar en cómo su vida había cambiado desde el beso que compartió con Jungkook, desde los besos que había compartido con el capitán. Se sentía feliz por la cercanía que había experimentado con el capitán, por fin, se sentía querido. Estando entre los brazos de Jungkook sentía que alguien más lo necesitaba y lo quería, incluso podría decir que entre sus brazos se sentía enamorado.
Pero en algo que también pensó era en el curso que tomaría su vida ahora. Porque si bien había comenzado a experimentar una especie de relación con el capitán, no sabía que sería de él. No sabía si se quedaría o si Jungkook dejaría que se fuera, como lo hizo antes.
Aún no tenía nada seguro y aquello hacía que sus noches fueran pesadas.
Pues aun temía quedarse solo en un puerto y ser encontrado.
—Hey. —Saludo Taehyung a su lado.
—Hey.
—¿Otra vez despierto tan temprano?
—Me gusta ver el amanecer. —Se encogió de hombros.
—Jungkook cree que puedes resfriarte si sigues así. Pero no te lo dirá, porque bueno, no es la persona más expresiva del mundo.
Jimin sonrió, nuevamente sintiéndose enamorado ante la sola mención de Jungkook. Se sentía querido. Muy querido.
—Pues trataré de estar abrigado siempre que salga.
Taehyung asintió, estirándose en su lugar mientras acompañaba a Jimin en su visita matutina al sol y las nubes. Viéndolo de reojo de vez en cuando, sintiendo alivio, pues se sentía en paz al saber que su gran amigo, Jungkook, había podido encontrar a alguien como Jimin.
Que después de todo el tormento que vivió, pudo encontrar a alguien que lo sacara de ese ojo de tormenta en el que se había perdido.
Porque cuando Jungkook perdió a su gran amor, él se perdió en una tormenta, cavando en esta hasta perder el rastro de luz o calma.
Por otro lado, en el mismo lugar de siempre, Jungkook estaba al timón, siguiendo lo que su brújula le indicaba, la ruta a nuevos lugares para saquear que se había trazado antes de toparse con Jimin. Seguiría la ruta que se trazó en un mapa que había perdido; para su suerte, recordaba perfectamente las coordenadas, tenía una memoria impecable. Podría recordar hasta la pequeña mancha que dejó en aquel mapa extraviado.
Dejó su brújula en su lugar después de asegurarse que iba en un buen camino, dirigiendo su vista hacia Jimin en la lejanía. Siempre asombrándose en cómo su corazón reaccionaba ante las miradas del omega, una pequeña sonrisa lograba que su corazón saltase en su lugar.
Tenía muchos sentimientos por Jimin, demasiados.
Se siguieron mirando en sus lugares hasta que Jungkook dio el primer paso, bajando por las escaleras hasta llegar al lugar donde se encontraban Jimin y Taehyung. Su amigo se fue del lugar en cuanto Jungkook estuvo cerca, dejando al alfa y al omega con privacidad, solos mientras el sol calentaba sus espaldas.
—Quería...preguntarte algo. —Dijo Jungkook.
—¿Qué pasa?
—Pues...¿Qué piensas hacer ahora? Es decir, ¿aún planeas irte?
—Uhm, pues, en realidad no lo sé, yo creo que—Fue interrumpido.
—Entonces quédate aquí...conmigo. —Dijo.
Jimin se quedó en silencio, mirando al alfa frente a él, incrédulo, feliz, con muchas emociones. Sintiéndose mejor que nunca al saber que por fin pertenecería a algún lugar, sintiendo la calma de saber que ahora podía sentirse parte de un lugar.
Tendría, de alguna forma, un lugar que llamar hogar.
Sonrió, sosteniendo las manos pesadas de Jungkook, mirándolo a los ojos.
—Sería un honor quedarme a tu lado, Jungkook. —Dijo.
Ambos se sonrieron, la felicidad reflejada en sus pupilas mientras se sostenían las manos.
Se sentían felices, después de tanto tiempo, sentían que por fin podrían tocar y permanecer en aquella burbuja de felicidad. Al mirarse a los ojos, al sentir sus palmas y al besar sus labios, era un sentimiento de paz indescriptible.
Un sentimiento de amor enorme.
Aún sosteniendo sus manos, se dieron un beso, sus labios conociendo los del otro a la perfección; conociendo sus aromas y la suavidad de sus besos. Jungkook sostenía a Jimin de la cintura mientras sus labios danzaban con los del omega, mientras Jimin colgaba sus brazos en el cuello del alfa, ambos sosteniéndose de muy cerca.
Al finalizar su beso tierno, juntaron sus frentes mientras se sonreían por debajo de sus pestañas. Sin decir nada más, siguiendo la ruta que Jungkook había trazado mientras sus espaldas se mantenían tibias por los rayos de sol.
Mientras que sus espaldas eran observadas.
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perdón por haberme desaparecido jeje, es que me dio covid y pues andaba mal, pero ya estoy bien :3
ahora actualizare seguido pq si mal no calculo el martes sera el final de esta fic :]
nos vemos <3
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Calypso ՞๑ kookmin; omegaverse
FanfictionDonde Jimin era un omega aristócrata comprometido con el futuro rey y Jungkook el pirata más buscado de Inglaterra. O donde Jimin se encontraba en una prision, condenado a contraer matrimonio con el futuro monarca de Inglaterra. Era tan infeliz qu...