Unas simples preocupaciones

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Fuertes ruidos invadian el bosque, seguido de varios gritos y persecuciónes.

Las peleas aún se encontraban presente, pero al menos no en la misma cantidad de antes.

-Solo espera un poco más... Kero.

Pero aún así no quería correr ningún riesgo.

No queria pelear más a menos de que fuera necesario, no quería revivir momentos como los que acababa de vivir con los miembros de la clase B. Más que todo por mi propio bien...

-Ya no parece haber nadie.

Pero aún así, aunque me viera obligado a pelear, sería una pésima idea hacerlo...

Entre un descuido y otro termine gastando mucho más de la mitad de mi eléctricidad. Debí aprovecharla mejor, pero por querer evitar lastimarlos mientras la contenia, termine gastando mucho más al tener que liberarla.

Ahora solo me quedaban unos escasos 2.3 millones de voltios, y no los podía desaprovechar.

-Ya se fueron, ahora puedes bajar, kero.

Bien...

-Sujetate fuerte Kendo.

Soltando una de mis manos que se encontraba clavadas en un árbol, comencé a bajar atravesandolo contal de frenar mi caída.

-Ya casi, solo espera un poco...

La altura era algo grande, pero era la única forma de evitar que nos descubrieran. A diferencia de Tsuyu yo no cuento con un camuflaje, así que tuve que arreglarmelas como podía, aunque esto me había hecho gastar un poco mas de mi eléctricidad...

-E-Eh... S-Suelo al fin...

Lentamente se bajó de mi espalda, y rápidamente se puso feliz al tocar el piso, al parecer no era muy buena manejando las alturas, así que fue un problema el converserla de dajarme subir a un árbol.

-Ni se te ocurra volver a hacer algo asi otra vez...

Su reproche no se había hecho esperar.

-Si, lo siento.

Pero tenía razón en lo que estaba diciendo.

-Bueno, está bien...

Y le pareció estraño que no le llevará la contraria.

-Cambiando un poco de tema... ¿No deberían apurarse un poco? Recuerden que se les está agotando el tiempo.

Lo sé...

-Esto es un no parar, Kero.

-Si... Mejor sigamos adelante.

-De acuerdo.

A diferencia de las otras veces, Kendo no dudo ni un segundo en subirse en mi espalda, y no tardo ni un momento en aferrarse.

-¿Ocurre algo?

-No...

Pero aún así parecía retraída.

-Bien...

Así que quería dejarle su espacio, era lo menos que podía hacer apesar de tener que estar tan cerca.

-Sabes...

Pero extrañamente rompió su silencio.

-No tienes porque sentirte mal por nosotros...

¿Que?

-O puede que lo veamos cómo si sintieras lastima...

Oh...

-¿Tan fácil es ver atraves de mi?

Por mas que me esfuece... Lo lograre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora