Capítulo 3

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Estaba sentada en el césped del patio de la escuela con mi primo, mientras me contaba sus tonterías amorosas.

-¿puedes creerlo?- asiento.

-muy triste- frunce el ceño.

-¿me estabas escuchando?- asiento -a ver ¿de que estaba hablando?- ups. Bueno al menos recuerdo algo.

-que dejaste a Lorena porque era muy dramática y ahora te estabas tirando a Lara y te gustaba bastante y esas tonterías - le sonreí cuando vi que efectivamente de eso hablaba y así le callé la boca.

Estaba muy entretenida mirando a Joshua pero aun tenía buen oído. Está recostado a un árbol con un libro, como siempre va vestido de negro y el ceño ligeramente fruncido, tiene un lápiz en la boca que se lo quita a cada rato para subrayar algo. Dios como quisiera ser ese lápiz. El cabello es un desastre porque cada 5 minutos se lo despeina y eso lo que hace es que se vea más sexy.

-¡ELLA!- doy un brinco por el grito.

-Dios Leo estoy a un metro de ti no es necesario gritar- pone los ojos en blanco.

- pensé que te iban a salir corazones por tus alrededores mientras suspirabas como una Julieta por su Romeo- le saco la lengua y en seguida pone cara de espanto -ay no, por favor- mira detrás de mi.

-¿que pasa?-

-a que no adivinas quien ha vuelto de su viaje familiar- ayy noo.

-no me digas- pongo los ojos en blanco -joder ojalá se olvide de mi, creo que me dijeron que ya tenía pareja nuevamente, seguro ya le doy igual- digo orgullosa.

-no lo creo, viene hacia acá con su cara de cobra- suspiró profundamente antes de enfrentarme a mi ex.

-hola Leito- saluda a mi Primo y me mira a mi -hola Ella- ruedo los ojos.

-Antonella para los que no son mis amigos- hace un falso puchero.

-yo soy más que tu amiga- me levanto para estar a su altura.

-Leah déjame en paz, sabes que te odio, te detesto y aún así sigues insistiendo- levanto un poco la voz de frustración.

-me dijeron que ahora le tienes el ojo echado al nuevo- agradecí mentalmente cuando escuché el sonido de la campana.

-me tengo que ir- me agarra del brazo -suéltame por favor- aún me duele lo que me hizo.

-se que todavía me quieres, venga Ella dame otra oportunidad- niego repetidas veces con la cabeza, no voy a caer en sus redes de nuevo.

-no y ¡SUÉLTAME LEAH!- sonríe cuando me escucha gritar. Siempre ha amado sacarme de mis casillas.

Se acerca a mi y se que va a intentar besarme así que la empujo.

-te dije que no quiero saber de ti- agarro mi mochila y salgo corriendo hacia el salón.

Gracias a la idiota llegué tarde, ya todos están sentados y la profesora escribiendo algo en el pizarrón. Entro despacio y en puntillas al estilo pantera rosa para que no me vea pero fallo en mi misión.

-señorita Cross- de un salto me paro recta y le sonrío.

-hola profesora ¿como está? ¿Como pasó el fin de semana?- pone los ojos en blanco.

-hoy es jueves señorita Cross, hace mucho fue fin de semana- no quito mi sonrisa y suspira -tienes suerte, hoy los necesito a todos porque sino ibas directo a detención.

Ese será mi nuevo lugar favorito para pasar el rato si me siguen mandado ahí. La profesora señala el único lugar que quedó vacío y es al fondo. Mierda.

Vuélveme a querer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora