Capítulo 14

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JOSHUA

Caminamos entre la maleza hasta llegar a la fábrica abandonada. No había guardias afuera así que nos acercamos hasta pegarnos a una pared lateral.

-creo que hay que esperar a que se queden dormidos- susurró Lorena y puse los ojos en blanco.

-no son unas caricaturas aquí todos hacen guardia toda la noches sin pegar ojo- le digo -y será mejor que seamos silenciosos si quieren sacar a la rub... a Antonella viva de aquí- asintieron y trace un plan en mi cabeza. Podía ver de aquí que en el techo de la fábrica hubo alguna vez una ventana solar, ahora solo era un agujero más, al lado había un árbol más alto que el techo- ven ese árbol- asintieron -si trepo puedo llegar hasta aquel agujero y ver como es el panorama dentro para así organizarnos y ver que hacemos- Lorena y Leah asienten.

-yo creo que hay que entrar y sorprenderlos y así no nos tardamos mucho- dice Leo y ruedo los ojos.

-¿y que dirás cuando entres por la puerta? ¡SORPRISE!! Y te llenan de tiros- se calla y voy hacia el árbol.

Como supuse fue muy fácil subir y pasarme al techo también porque están pegados así que no tuve que saltar ni nada. Una vez arriba tengo que tener más cuidado porque literal se está cayendo. Me voy hacia la ventana y justo como sospeché, la tienen bien vigilada, son 5 en total y todos están parados de espaldas a ella formando un círculo. La rubia está en medio sentada a una silla atada de pies y manos y con una mordaza en la boca, tiene los ojos cerrados así que parece que se ha quedado dormida. Agarro una pequeña piedra que había por aquí y la lanzo hacia adentro, los guardias miran al lugar donde calló.

-¿que es eso?- pregunta uno.

-vayan a ver- cuatro se van hacia el otro extremo de la fábrica que es donde calló la piedra y ahí le hago una señal a los chicos para que entren silenciosamente.

ANTONELLA

Me duele la cara, esta gente me ha pegado como cuatro veces y estoy tan cansada que no puedo abrir los ojos ¿que me van a hacer? Solo quiero que esta pesadilla acabe y despertar en mi cama. Me duelen las manos de tenerlas atadas y también la boca que a pesar de que me han roto el labio me colocaron la mordaza sin ninguna compasión.

Siento unos pasos que se alejan de mi y supongo que son los guardias que fueron a ver de donde provenía el ruido. Luego se escucha un estruendo y abro los ojos de golpe, el ruido que se escuchó fue la puerta abrirse, por ella entran Lorena Leo y Leah ¿que hacen aquí? ¿Acaso están locos? El chico que tengo protegiéndome comienza a lanzar tiros y los chicos se dispersan para esconderse. Los otros cuatro que se habían ido vienen y se unen a su amigo disparando, tengo miedo de lo que les puedan hacer, a ellos no les tiembla la mano y no dudarán en apretar el gatillo y vaciar el cargador en un chico de 16 años como Leo o en una de 17 como Lore y Leah.

Mientras ellos están entretenidos disparando siento como llega alguien detrás de mi y comienza a zafarme, quiero voltearme para ver quien es pero me duele el cuello, pone su cabeza en mi hombro y susurra.

-shh no hagas ningún ruido rubia- es Joshua y a pesar de la situación ese susurró se oyó tan seductor.

Cuando termina con mis manos desata mis pies y luego mi boca. Los guardias aún no se han dado cuenta porque están muy entretenidos tratándoles de dar a los chicos. Me levanto y Joshua me agarra en brazos para luego salir corriendo conmigo. 

-¡MIREN!!- uno de los secuestradores se da cuenta y todos voltean ahora a dispararnos a nosotros. Nos tenemos que esconder detrás de una maquinaria de la fábrica.

Vuélveme a querer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora