Bien, esto no es tan malo. No poder expresarme con palabras tampoco es lo peor, ahora tengo una pizarra muy chula.
Me repito eso a mi misma una y otra vez para no entrar en pánico pero simplemente esto es una mierda. Cuando estoy en una conversación con mis padres, mis tíos o mis amigos me tardo en escribir y cambian de tema, es simplemente frustrante.
Los exámenes que me hicieron salieron todos bien, nadie tiene idea de lo que me pasó ni de por que no puedo hablar ni siquiera yo.
— Tranquila Ella todo estará bien y volverás a hablar— me dice Lorena mientras acaricia mi mano. Ella está muy decaída por el echo de que Jessica se ha mudado provisionalmente a casa de mis tíos, con eso Leo está muy contento y Libardo ni te digo, quiere coger por los pelos a Jessica y arrancarle la cabeza pero se aguanta porque digamos que si hace eso se irá directo a la cárcel.
Nos quedamos un rato en silencio hasta que mamá y papá entran a la habitación con mis pertenencias en una bolsa. Me habían dejado aquí unos días para ver si descubrían por que no podía hablar pero como no encuentran nada ya me puedo ir.
— listo Ella, hoy finalmente vuelves a casa— asiento y con ayuda de mi padre aunque no me hace falta salgo de la cama.
— ¿estas bien? ¿Te duele algo? Andrea creo que debemos darle alguna pastilla para el dolor, tiene cara de quien le duele algo— no puedo evitar soltar una risita. Mi padre ahora está más sobre protector de lo normal. Agarro la pizarra, escribo y se lo muestro.
Papá estoy bien, no me duele nada, tranquilo.
Lo lee y asiente.
— yo estoy muy tranquilo ¿no lo ves? Muy relajado— pongo los ojos en blanco y sin que me lo espere y haciéndome pegar un gritito me carga como una princesa.
Todos me miran contentos y creo que mamá está a punto de llorar, si he podido gritar quiere decir que en algún momento tal vez pueda hablar, hace unos días esto no lo podía hacer. Mamá se acerca a mi y deposita un beso en mi frente.
— mi niña, verás como pronto volverás a endulzarnos con tu hermosa voz— yo solo le sonrío y en ese instante Joshua entra a la habitación como perro por su casa. Se detiene en seco cuando nos ve a todos ahí, mi padre me vuelve a dejar en la cama y lo mira desafiante.
— ¿que haces aquí enclenque?— casi rio por el apodo.
— vine a ver a la r... a Antonella señor Cross— mi padre niega con la cabeza.
— mira muchacho ella no quiere verte, te tiene rechazo se le nota en el rostro— frunzo el ceño ¿eh? Ahora mismo odio a Joshua pero no creo que en mi rostro se perciba rechazo. Agarro la pizarra para escribir pero mi padre me la quita, ahora si tiene como callarme que cabrón — lo vez, está desesperada por que te vayas— ruedo los ojos. Mamá y Lorena parecen divertidas con la situación.
— ayer los escuché hablar a la señora Cross y a usted— chismoso.
— chismoso— dice mi padre y no cabe duda de que soy su hija.
— ¡Eros!— lo reprende mamá.
— como sea, los escuché hablar. No quieren que Antonella ande sola a partir de ahora— genial, yo con niñera ahora lo que me faltaba — yo puedo cuidar de ella si quieren, no le quitaré los ojos de encima— eso último lo dice y me da una mirada tan intensa que me hace apartar la mía.
— estas loco si te piensas que te voy a dejar a cargo de mi hija. No eres confiable, para mi solo eres un desalmado—
— de cierta forma me siento culpable o sea yo.. yo... la encontré... y bueno creo que la puedo proteger— capullo. Yo no voy con él ni a la esquina, es muy capaz de venderme de nuevo.
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Vuélveme a querer
RomanceAntonella no se esperaba que su amor de la infancia apareciera así, de la nada. No pensaba que los sentimientos de niños inocentes que tenía por él hace 9 largos años seguían ahí, ya no tan inocentes y para nada de niños. Cuando lo vio de nuevo qued...