Capítulo 2

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Leo y Lorena estaban teniendo una discusión sobre no sé qué y yo solo miraba a la puerta esperando que Joshua llegara pero al parecer su fuerte no era llegar temprano porque en la semana que llevaba aquí siempre llegaba tarde.

-te odio Leo, de verdad nunca le he tenido tanto rechazo a nadie- ay no aquí vamos.

-no pareciera que me odiaras tanto mientras estás en mi cama...- corro hacia el y le tapo la boca antes de que Lorena lo entierre vivo.

-chicos chicos no hay necesidad de pelearse ¿ahora que paso?- trato de ponerle mi super buena actitud para que cambien sus caras de culo.

-¡QUE LEO SE ACOSTÓ CON OTRA CHICA!- vaya vaya, nunca pensé que mi primo sería un rompe corazones.

-¿eso es verdad?- me giro hacia el y no dice nada -¡PERO ESTAS LOCO!!- todos los que van pasando a mi al rededor me miran como si estuviera loca así que les doy una sonrisa incómoda y vuelvo al tema -como te vas a acostar con otra, tu tienes novia y es Lorena- mi mejor amiga niega con el dedo.

-no, el ya no tiene novia porque ¡Esto se acabó!- y se va moviendo caderas como si no le importara pero se que va a llorar al baño.

-ves lo que provoca pensar con la entrepierna- pone los ojos en blanco.

-Lorena es muy dramática- le doy un puñetazo en el hombro -auch-

-yo se que la quieres así que mejor arregla esto- no dice nada así que me voy al salón de clases cuando suena la campana.

En seguida llega Lorena con cara de pocos amigos y el maquillaje un poco corrido, se sienta a mi lado y de mala gana saca los libros mientras yo miro a la puerta impaciente. Cuando entra la profesora detrás llegan Joshua y como siempre pegada como un chicle Gala. Ayer hice un plan magnífico y digamos que amenacé a toda el aula para que dejaran una silla al otro lado mío libre y hoy hicieron lo que pedí. Joshua analiza él aula con fastidio y cuando mira un lugar libre lo toma pero cuando mira al lado y me ve con mi mejor sonrisa pone cara de espanto.

-ay no- saca sus libros y sus instrumentos de trabajo. No se que le pasa a este chico, siempre esta vestido de negro y tiene cara de aburrido.

Comienza la clase y con ello mi plan.

-psst- lo llamo pero me ignora -pssst- nada y ya me empieza a molestar -joooshua- nada. Arranco una hoja de mi libreta, la hago una bola y se la lanzo, ahí si me hace caso.

-¿que quieres?- susurra con fastidio y le sonrío.

-¿me prestas un lápiz?- no cambia su expresión de fastidio.

-no- se vuelve a girar y le lanzó otra bola de papel.

-vamos es solo un lápiz-

-no tengo- encarno una ceja y miro todos los lápices que tiene en su mesa.

-un lápiz no se le niega a nadie- suspira tratando de encontrar paciencia.

-yo si los niego- y se vuelve a girar.

Tan idiota pero yo lo soy aún más, no traje lápiz hoy porque pensé que sería buena onda y me prestaría uno. Me giro hacia el lado de mi mejor amiga pero esta en los brazos de Morfeo así que me giro hacia atrás y doy un brinco del susto cuando veo a la persona que está detrás mirándome con cara de que me quiere asesinar.

-ho...hola Gala- no me responde. ¡¿ A ESTA GENTE NO LES ENSEÑARON ALGO LLAMADO EDUCACIÓN?! -¿crees que me puedas prestar un lápiz?

Pensaba que me ignoraría como su novio pero con su mala cara buscó en su cartera y me dio uno

-muchas gracias- me volteé hacia mi asiento y tenía ganas de echárselo en cara al idiota así que le lance otra bola de papel y se giró.

-¿por que nos haces un favor a todos y te tiras de un puente?-le sonreí y le mostré el lápiz.

-ya no necesito de tus lápices- pone los ojos en blanco.

-felicidades has ganado la felicidad eterna por conseguir lo inconseguible- está vez fui yo quien puso los ojos en blanco.

-tu lo que tienes es envidia porque el lápiz que me prestaron está más lindo que los tuyos- vale, eso sonó infantil.

-Cross, Evans- nos llamó la profesora de matemáticas -¿tienen algo que compartir con clase?- negué con la cabeza sonriendo -pues bien entonces lo compartirán en detención- puse cara de horror.

-¡¿POR QUE?!- no pude evitar el grito.

-porque mis clases son para atender no para enamorar- abrí la boca con indignación.

-nosotros no estábamos...- no me deja terminar.

-no me interesa- señala la puerta - hasta que no salgan no continuaré la clase- recojo mis cosas con fastidio y Joshua no parece para nada molesto, sigue sin mostrar expresión alguna, como siempre.

Vamos hacia el aula de detención y está lleno de los chicos y chicas más populares de la escuela por meterse en problemas, conversando y riéndose. Mi primera visita a detención, que emocionante. La única mesa vacía que hay es en un rincón apartado así que Joshua y yo tomamos asiento.

-no querías saber de mi y ahora no tienes más remedio que hablar conmigo- pone los ojos en blanco.

-prefiero morir primero- odio su sarcasmo.

-¿y que vas a hacer en la media hora que falta para que suene la campana?- saca su celular y sus audífonos como si fuera obvio -¿No sé supone que eso  está prohibido aquí?- se encoge de hombros.

-¿crees que me importa?- se notaba que no.

Y así fue como pase los 30 minutos más largos y aburridos de mi vida. Joshua cerró los ojos y estaba de maravilla con su música, lo detallé mejor en ese tiempo y me volví a convencer de por que hablo con ese idiota. La campana sonó y me paré de la silla como si tuviera un resorte en el trasero. Joshua parecía no haberla oído porque seguía igual como si nada así que le toque el hombro pero no me hizo caso, sabía que me estaba ignorando así que le quite un audífono y le grite en el oído.

-¡JOSHUAAAAAA!!- dio un brinco y abrió los ojos molesto.

Joshua 0
Antonella 1

-joder animal- le sonreí como niña buena.

-ya sonó el timbre- asiente.

-para la próxima disimula un poco antes de pasarte media hora mirándome- no puede ser. ¿Se había dado cuenta?

Por supuesto idiota todos nos damos cuenta cuando alguien nos mira y más si somos tan obvios.

Fulmine mentalmente a mi conciencia.

-no sé de que hablas- me hice la loca y puse una sonrisa que pretendía ser de seguridad pero más nerviosa no pudo salir.

-cuando alguien te mira fijamente tu lo notas-

Te lo dije.

-y no creo que en este salón haya alguien más acosandome con la mirada.

¿QUEEE? ¿De nuevo con lo del acoso? Iba a responder pero agarró sus cosas y se fue dejándome con la boca abierta. Menudo idiota creído.

En la tarde llegué a mi casa y lancé la mochila al sofá.

-mamaaaa llegué- no hubo respuesta -¿Mama?- mi papá fue el que salió del pasillo con solo un short y un delantal de cocina.

-no me mires con esa cara, hoy tu madre va a salir a cenar con Allison y Libardo así que cocino yo- lo mire con  horror.

-¿quieres que nos matemos?- puso una sonrisa fingida.

-ja ja ja muy graciosa. Anda ve y báñate que apestas - abrí mucho los ojos y me olí pero no olía a nada -es en serio, apestas a niño baboso- hay no aquí va a empezar.

-mejor te hago caso y me doy un baño- me sonríe.

-por una vez en la vida- subo las escaleras y me grita desde abajo -ahh Ella y la cena hoy será pasta- mejor voy llamando para pedir pizza.

Vuélveme a querer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora