Cuando llegaron, Norman no soltó su mano. Ray fingió no darse cuenta de ello y prestó atención a la extraña heladería, cuya decoración era bastante caótica, especialmente comparado a los edificios blancos y limpios de los alrededores.
— Jamás había visto una entrada tan sangrienta como esta.— comentó Ray, mirando el lugar con interés. Su mamá lo mataría si él hiciera algo que se viera así de mal. De hecho, él mismo se mataría si hiciera algo que se viera así de mal.— ¿Se equivocaron con el logotipo o es que querían un helado sabor sangre?—
— Fue un accidente feliz.— Los ojos de Norman brillaron con diversión.— Le da al lugar algo de encanto, ¿no?—
Ray resopló, caminó hacia el mostrador y miró brevemente los sabores disponibles. Se veían bastante bien, las opciones eran sorprendentemente clásicas, solo dos o tres sabores exóticos en medio de los tradicionales chocolate y helados de frutas. Había una chica con cabello negro y rosado en el mostrador. Parecía joven, tal vez de 18 años, sus audífonos con el volumen lo suficientemente alto como para que Ray pudiera escuchar vagamente la música que emitían.
Ah, si tan solo él hubiera podido trabajar con audífonos a esa edad. Pero no, Isabella creía firmemente que los clientes merecían toda su atención. Su actitud amable y perfeccionista es una bendición para los clientes pero una maldición para un adolescente en su etapa rebelde.
Norman dió un par de golpes en el mostrador, sacando a la adolescente de su sesión musical. Abrió los ojos con una expresión exasperada. Dicha expresión desapareció en cuanto vio la cara sonriente de Norman.
— Hola Bárbara.
—¡Jefe!— Bárbara sonrió ampliamente. Parecía bastante feliz pero había un toque amenazante en su sonrisa.— ¡Ha pasado un tiempo!, ¿Finalmente pedirá algo nuevo o debo darle el mismo puto blando sabor de siempre?—
— Un cono de vainilla por favor.
La chica ni siquiera hizo el intento de ocultar su desaprobación, tomándose un momento para maldecir la falta de gusto de Norman antes de notar que Ray estaba allí. Ella parpadeó ante su camisa de 10 dólares, sorprendida por sus manos unidas y la alegre energía que irradiaba de Norman.— ¿Y quién diablos eres tú?—
— Mi cita.— respondió Norman antes que él, con satisfacción en su voz.
Ray asintió ligeramente. Ella frunció el ceño, confundida.
— ¿Cita... ?, Pensé que después del desastre de Ayshe y Andrew había renunciado a... — Se detuvo abruptamente, notando que la sonrisa de Norman desapareció.— ¡Mierda! Disculpe, Jefe. No quise mencionarlos... — Hizo una mueca, molesta consigo misma, sin mirar a nada en particular.— No se entristezca, esa mierda fue hace ya mucho. Además el estar deprimido no le queda bien. Se conseguió una buena cita, así que olvídese de ellos y sea feliz y cursi con el emo pasado de moda que tiene ahí.— Ray levantó una ceja ante sus palabras. ¿Está tratando de actuar reconfortante? Esperaba que no porque era terrible.— Disfrute el momento y aproveche para hacer todas esas cosas cursis que le encanta hacer y sea feliz. ¡Asquerosamente feliz, se lo merece, Jefe!.—
Dió una sonrisa comprensiva, todavía viéndose algo amenazante "¡sé feliz o te golpearé!" parecía decir, lo cual no combinaba con la amabilidad de sus ojos.
— Lo intentaré.— respondió Norman dando una débil sonrisa, que se volvió más sincera cuando miró a Ray.
Qué cursi.
— Ew.— suspiró, aliviada de que su catastrófico discurso haya ayudado a Norman. O que al menos le haya dado tiempo suficiente para pretender estar bien.— Entonces, ¿qué quieres, emo?
ESTÁS LEYENDO
To Die For [traducción] [TPN/Norray]
ФанфикDonde Ray trabaja con su madre en una panadería familiar y Norman, además de ser uno de sus mejores clientes, es un encantador asesino serial. ˚ · . · * . • · * ˚ · . · ⚠️⚠️ ‼️ Este fanfic no es mio. Fue escrito por @7Flyingpancakes7 en...