Ray II (3)

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Los ojos de Ray se suavizaron al ver la curiosidad de Norman, la maravilla en sus ojos cuando Ray abrió la puerta de su casa le recordaba a la de un cachorro que llegaba a su nuevo hogar. Era tan infantil cuando se trataba de estas cosas que Ray no pudo evitar bajar la guardia.— A pesar de la débil impresión que tiene de tí, no creo que papá sea un problema. Sólo prepárate para recibir preguntas.— advirtió Ray, y abrió la puerta.— Él es.— alguien que le gusta aprender sobre las personas que sus seres queridos aman.— muy hablador.—

— Está bien.— tarareó Norman, apretando su bolso.— Gracias por el aviso.—

Ray entró.— Vamos.—

Norman probablemente vivía en una enorme mansión con una piscina gigante y una criada personal en la entrada, pero aún así actuaba como si el lugar fuera una especie de paraíso. Cerrando suavemente la puerta detrás de él y sus ojos se detuvieran en la cerradura por un momento -¿No tienen cerraduras con llave en la capital?- contempló su pequeño jardín con estrellas en los ojos, fascinado por su aburrida casa. Ray cerró la puerta principal y guió a Norman al interior, preparándose mentalmente para lo que seguiría a continuación.— Estoy en casa.—

— Bienvenido, hijo.— saludó papá desde el sofá de dos plazas, emocionándose al ver a Norman.— Ah, olvidé que tendríamos visitas hoy.— mintió, esa mañana había reconfirmado con Ray si a Norman le gustaban los brownies para asegurarse de dejarlos puestos en la mesa.— Tú debes ser Norman, ¿no es así?—

Norman le dedicó una sonrisa encantadora.— Así es.—

— Mi nombre es Leslie.— papá dejó su libro a un lado y se levantó, analizando a Norman con una sonrisa educada y ofreciéndole la mano.— Es un placer conocerte, joven.—

— El placer es mío, señor.

— He oído mucho sobre tí.— dijo papá, todavía analizando a Norman.— Gracias por los regalos.—

— Ni lo mencione. Es difícil decir que no cuando Ray pide algo.— Norman sonrió afectuosamente.— Por raro que sea que eso pase.—

— Cierto.— asintió Leslie, sin dejar de vigilar a Norman pero visiblemente más relajado.— Por favor, siéntete como en casa. Iré a ver cuándo llegará Isa, no especificó qué tan temprano llegaría.—

—Gracias.— miró a su alrededor, viendo sus especias frescas colgando cerca de la cocina, dándole un poco de color a las paredes blancas. De repente Norman hizo una pausa, sorprendido.— ... No tienes aire acondicionado.—

— Por supuesto que no, desperdician demasiada energía. Las ventanas son más que suficiente.

— ¿Ventanas?— Norman se rió.— No sé respecto eso, pero no puedo negar que hace que el lugar parezca más grande, menos claustrofóbico... Es encantador.— su sonrisa se suavizó.— Una casa encantadora.—

— Es buena.— asintió Ray, tomando una rebanada de brownie de la mesa antes de sentarse con papá en el sofá. Le dio el postre a Norman, viéndolo animarse y comerlo entero en sólo dos bocados. Siguió mirando a su alrededor mientras masticaba, tragó y dió las gracias antes de concentrarse en Leslie.— ¿Ha vivido con Isabella por mucho tiempo?—

— Cinco años.— respondió papá, sonriendo a su teléfono. Ray sonrió con él, incapaz de negar que el lugar se sentía más vivo desde que papá se mudó ahí.— Ha sido un viaje salvaje.—

Ray miró por encima del hombro de su padre para ver lo que decía mamá,

"Regresaré en una hora."

Así que volvería media hora antes de lo habitual. Bien.

•••

To Die For [traducción] [TPN/Norray]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora