Ray VII

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Estaba oscuro cuando despertó, las mantas apenas y eran visibles.

Tenía las piernas entumecidas por permanecer en un espacio pequeño demasiado tiempo y le dolían las muñecas y los tobillos. Podía escuchar una canción pop que no conocía junto con un tarareo silencioso que le seguía perfectamente el ritmo.

Ray no se sentía enfermo, así que su mente se aclaró rápidamente, recordando todo lo que sucedió hace unos minutos –¿horas? ¿¿días??– y siendo dolorosamente consciente del peligro en el que se encontraba.

Estaba demasiado oscuro para ver mucho, pero se dio cuenta de que estaba en la parte trasera de un coche, con los asientos cubiertos con sábanas. Tenía las manos y los tobillos atados.

... Esto es malo.

Muy muy malo.

Mierda, mierda, mierda, mierda

¿¿Dónde está?? ¿¿A dónde lo llevan??

Ray casi se cae de su asiento cuando trató de sentarse para mirar por la ventana, no estando acostumbrado a tener los tobillos atados.

El tarareo cesó.

— Ah, despertaste.— dijo Norman en un tono ronco, bajando el volumen de la radio del coche.— Todavía faltan unas seis horas para llegar, puedes dormir un poco más.—

¿"Todavía faltan seis horas... "?

¿Cuánto tiempo lleva conduciendo? ¿A dónde mierda están yendo?

El corazón de Ray se desbordó de adrenalina, moviéndose hasta que estuvo apoyado en la puerta, de cara a la ventana: había árboles altos y hierba alta en el exterior, sin postes de luz y ningún otro automóvil en la carretera. Creyó ver un acantilado o lago en la distancia, pero estaba demasiado oscuro para estar seguro. La parte delantera del coche estaba más iluminada, pero era difícil ver más que el camino de tierra que tenía delante.

No era un camino que él reconociera.

— Deberías quedarte quieto por ahora, amor.— Norman estaba tranquilo, el espejo retrovisor mostraba ojos suaves y una gasa ensangrentada en su nariz.— Todavía tengo los medicamentos de Smee conmigo, pero preferiría no tener que usarlos.—

Un escalofrío recorrió su espalda ante la amenaza.

Ray no respondió.

Deseó poder cerrarse a voluntad, fingir que esto no estaba pasando lo suficientemente fuerte como para engañarse a sí mismo, pero fue inútil, no pudo disociarse, su cuerpo atrapado en violentos temblores.

Detente.

¡PARA!

Tener miedo no servirá de nada.

(Atacar tampoco. Correr es imposible-)

No puede volver a dejarse cegar por el pánico y agotarse, ¡necesita mantener la calma! Mantén la calma, encuentra algo que hacer.

Ray respiró hondo unas cuantas veces, hundiéndose inconscientemente en su manta en busca de consuelo y tratando de concentrarse en lo que le rodeaba, con la esperanza de encontrar algo que pudiera decirle más sobre lo que estaba pasando.

En el asiento de pasajero había dos pesadas bolsas de viaje y tres voluminosas cajas con símbolo de LEGO. Ray tenía el presentimiento que lo que fuera que hubiera ahí no eran juguetes.

Además de su manta y almohada, ambas sacadas directamente de su cama, Norman le había proporcionado una gran botella de agua, que Ray no podía usar mientras estaba atado, y una caja dolorosamente familiar con el logo de la panadería de su familia estampado en ella. No había duda de que había robado los pasteles sobrantes de mamá.

To Die For [traducción] [TPN/Norray]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora