Ray II (4)

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Terminó en empate.

— ¡Eso fue desafiante!, ¡Ha pasado un tiempo desde que empaté con alguien!— Norman sonrió encantado, y comenzó a estirarse.

Leslie estaba reluctantemente impresionado. Ray sintió una mezcla de impresión, energía y frustración.— ¡¿Quién diablos sacrifica dos torres por un alfil?!— gruñó, cada vez que estaban cerca de ganar, Norman hacía estos movimientos extraños que constantemente mandaban sus estrategias a la mierda— ¿A qué clase de estúpida escuela de ajedrez fuiste?—

— ¡Ninguna!, Mamá me enseñó.— él se rió, divertido por las reacciones de Ray.— Una vez que ella falleció, Lewis fue quien mantuvo vivo mi amor por el juego. Ambos fueron muy buenos maestros.—

Lewis.

— ¿Lewis?, ¿Lewis, el dueño del perro?— Ray preguntó, queriendo saber si era el mismo que Emma encontraba sospechoso.— Parece que ustedes dos se conocen por un tiempo.—

— Alrededor de nueve años.— Norman asintió con la cabeza.— Solíamos ser más cercanos. Pero ahora tenemos trabajo y él se mudó al otro lado de la ciudad.— suspiró.— Ha pasado un tiempo desde que hablamos cara a cara. No puedo decir que lo extraño, pero sería bueno molestarlo en persona.—

Norman tendría quince años en ese tiempo.

Solían ​​ser más cercanos...

Se sintió raro, esperaba que fuera un Lewis diferente. Temiendo saber por qué un hombre de 33 años estaría interesado en un adolescente tan joven.—... ¿En qué trabaja?—

— La industria de cosmética.—

Así que es el mismo hijo de puta.

Ray apretó la mandíbula. Sintiéndose enojado y asustado.

— ¿Alguna vez intentó salir contigo?— papá preguntó con delicadeza, seguido por Ray quien simplemente espetó.— ¿Intentaba tocarte constantemente?—

Norman parpadeó lentamente, claramente sin captar la insinuación. No fue hasta que buscó en el rostro preocupado y enojado de Ray que pareció darse cuenta de algo— ¿Estás celoso?—

— Qué--

— No tienes que estarlo.— Norman lo tranquilizó con la más risueña de las expresiones.— Solo tengo ojos para ti.—

Éste imbécil.

— No me importa, ¿alguna vez intentó algo?

— No.— Norman comentó, aplaudiendo alegre.— Me ayudó cuando tenía problemas con el trabajo o cuando hacía un lío, me enseñó a organizarme, pero él nunca se interesó en mí de esa manera. Yo tampoco, lo prometo.— hizo una pausa como si acabara de recordar algo, levantándose.— Por supuesto, te daré nuestro historial de mensajes. Déjame agarrar mi teléfono--

— Niño, no.— Leslie frunció el ceño, igual de molesto por su solución.— Confiamos en ti. No compartas el historial de tu teléfono para eso.—

Norman parecía tan sorprendido por la negación. Le rompió el corazón a Ray.— Pero--

Ray lo jaló a su regazo, abrazando al sorprendido albino con fuerza, como solía hacer Emma con él. Se alegraba de que la cara bonita de Norman no atrajera la atención equivocada cuando era niño, pero las formas extrañas en que trataba las relaciones lo enojaba. Lo enfurecía, incluso. Honestamente, no le importaba que Norman fuera un urgido, pero la forma en que Norman mezclaba el placer con la violencia era preocupante. La manera tan casual en que daba oportunidades para que se aprovecharan de él hacía a Ray entrar en lo que Emma llamaba su: "Modo mamá"

To Die For [traducción] [TPN/Norray]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora