To Die For [traducción] [TPN/Norray]

Norman II (1)

Norman había ideado una estrategia para hacer que Ray se enamorara de él, realizó preparativos para vigilar al panadero y así encontrar el camino más rápido hacia su corazón. Ser considerado, ser amable, respetar los deseos de Ray, mimarlo, instalar una cámara frente a su casa y panadería, hacer que se sienta amado, ganar su confianza, encontrar una manera de piratear su teléfono, ser amigable con sus amigos y no perder el control.

Ha seguido con éxito planes mucho más complejos cuando era un simple niño, pero  este último paso ha demostrado ser un desafío difícil. Era consciente de su amor por Ray, pero subestimó severamente lo loco que ese hombre lo volvía. Todo, desde sus provocativas cicatrices que cubrían sus manos hasta esas adorables risas hacían que el pecho de Norman se contrajera. Sus entrañas moviéndose de forma extraña. Sonriendo aún cuando no planeaba hacerlo. Su mente estaba confundida, con pensamientos intrusivos e ilógicos como el querer grabar el sonido de su alegría y guardárselo para él, fantaseando con cortarlo más profundamente, tallar la piel de Ray hasta que la cocina ya no fuera la única que lo haya dañado alguna vez.

Todo eso sólo empeoró después de que se besaron, su sesión de besos fue estimulante, pero dolorosamente fugaz. Le había dado una probada a ese cuerpo bien alimentado y musculoso, el cual perdió por completo cuando Ray atacó su cuello, actuando más rudo pero no lo suficientemente violento. Norman nunca se había sentido tan lleno de lujuria antes, tan desesperado por el contacto y el control. No pensaba claramente cuando arrojó a Ray al suelo, adicto a lo avergonzado e indefenso que se veía cuando estaba inmovilizado, el rostro nervioso y la camisa parcialmente desabrochada era un deleite para sus ojos, parecía suplicar que lo devoraran. Cada vez que hundía los dientes en la piel del panadero escuchaba gemidos ahogados que lo volvían loco, instándolo a explorar cada centímetro del cuerpo de Ray, lamiendo y adorando cada nueva marca. Abrumado de placer y de una posesividad que se apoderó de su cordura.

Norman pensó que se calmaría cuando Ray mostró interés en simplemente acurrucarse juntos, pero la acción solo lo aturdió aún más, la vista de los ojos contentos mientras Ray estaba envuelto en su ropa inundó su cuerpo con calor, dándole un abrumador deseo de verlo cubierto con su chaqueta color canela y nada más. Norman tuvo que ejercer todo su autocontrol para no cogerlo hasta dejarlo sin caminar, haciendo todo lo posible por ignorar cómo el cuello de Ray se movía con cada respiración pesada, burlándose cruelmente de él. En cambio, se centró en el rostro de su panadero. Se veía tan lindo cubierto de sudor y mordidas, ojos cálidos y una pequeña sonrisa que traían una especie de lujuria desconocida, casi doméstica, que no podía categorizar. Algo que solo aumentó cuando Ray se acurrucó más cerca, rodeándolo con el olor a sudor, café y chocolate.

Esperaba que el abrazo fuera una experiencia tortuosa, especialmente con su boca tan cerca de la carne de Ray, pero fue agradable. Muy raro. Todavía tenía ganas de devorar al pelinegro en su regazo, pero su suave agarre lo llenó de una peculiar sensación de comodidad, su cuerpo pronto se derritió en esos cálidos brazos, sintiéndose más ligero, como si hubiera sido apuñalado y hubiera perdido toda su sangre. Dicho sentimiento solo creció cuando Ray lo miró con una dulce sonrisa, los ojos llenos de afecto.

Oh.

Le gustaba esa mirada. Se veía bien en Ray.

Inconscientemente acunó la mejilla del hombre, sintiendo que su mente oscilaba entre la lujuria y la adoración, sus labios reflejaron la sonrisa de Ray tan pronto como el panadero se acurrucó en su mano, el flequillo desordenado acariciando sus dedos.

Hermoso.

Ray era increíblemente hermoso. Solo mirarlo le prendía fuego a sus pulmones de una manera que un encendedor nunca podría hacerlo. Era embriagador.