To Die For [traducción] [TPN/Norray]

Norman VIII (2)

Eventualmente, llegaron a una alta pared de ladrillos con una única cámara.

Al fin, Norman ya había empezado a tener ganas de quemar el auto.

—... ¿Es aquí?— Ray sudó, tratando de encontrar alguna anomalía en la propiedad aparentemente normal.

— Síp.— apostaba a que Lewis tenía escondidas por ahí muchas más cámaras que solo esa.— Ahora, quédate cerca de mí y recuerda--

— No hablar con Lewis a menos que él me hable primero, lo sé.— Ray espetó, palpablemente nervioso.— Haré lo que dices.—

Norman logró esbozar una sonrisa cansada. Qué buen chico.

Ray apretó el asiento del auto, como si pudiera leerle la mente.

Condujeron dentro, Norman se dirigió hacia el garaje, esperó a que la puerta de metal se abriera y se estacionó en la parte de atrás. Miró furtivamente a Ray por el espejo retrovisor, notando su estremecimiento cuando la puerta se cerró de golpe.

Norman guardó las llaves del auto en su bolsillo y tomó las cajas de LEGO. Abrió la guantera para sacar su cuchillo, una pequeña maleta con bombas y una botella de ron. Puso el cuchillo en su funda, ignorando la mirada cautelosa que Ray le envió a la pistola en sus caderas, y le dio la botella a su panadero, diciéndole que tuviera mucho cuidado con ella.

Cuando bajaron del auto, pudo ver a un hombre limpiando otro vehículo estacionado, su uniforme amarillo brillante estaba mojado. Norman le sonrió al desechable y preguntó.— ¿Dónde está Lewis?—

—... No lo sé.— el trabajador habló en voz baja.

— Está bien, le preguntaré a alguien más.— podía sentir la mirada de Ray sobre él, por lo que se aseguró de actuar amigable, no había necesidad de empeorar su imagen aún más.— Cuando termines aquí, ¿podrías limpiar mi auto también, por favor?—

— Por supuesto, señor.

— Muchas gracias.

Se dirigió de nuevo a Ray. Su amante se tensó, dejando de centrarse en el desechable para ver a Norman, su cuerpo estaba tan tenso que de cerca era aún más fácil ver el miedo y el disgusto en su rostro.

Norman recargó el peso con el que cargaba en su brazo ileso y apartó el flequillo de Ray, queriendo verlo mejor.

Ray dio un paso atrás en el segundo en que lo tocó, gruñendo.

Frunció el ceño, se sentía de mal humor por el largo viaje sin apenas dormir, el maldito dolor en su hombro y lo poco cooperativo que estaba siendo su amante. Sí, mudarse da miedo, ¡pero esto es injusto! Hacía tanto por Ray pero no recibía nada de gratitud a cambio. Para empezar ni estarían en la casa del bastardo si Norman no estuviera tratando de protegerlo.— Dijiste que te comportarías.—

—... Esto no tiene nada que ver con estar en el lado bueno de Lewis.

— Pero tiene todo que ver con permanecer en mi lado bueno.

Ray se agarró con más fuerza a la botella de ron y alzó los hombros.

Norman entrecerró los ojos, colocó sus cajas en el suelo y dio un paso más cerca, asegurándose de sujetar su mandíbula con fuerza para mantenerlo quieto. Ray hizo una mueca y apretó los dientes, pero no luchó.

Al falso Ratri no le importó, aprovechó para rozarle la mejilla, estaba cálida. Acarició sigilosamente su cuello, escuchando débilmente un pulso acelerado.

Ray tragó saliva, mirándolo de reojo. Todo su cuerpo estaba tenso. Asustado.

La vista hizo hervir su sangre, el miedo de Ray era tan lindo como siempre, pero la ola de lujuria a la que solía entregarse era más débil de lo habitual. Había frialdad en el rostro de Ray, una falta de reconocimiento que hizo que Norman se sintiera como un extraño en su propio cuerpo.