Doctor Sueño

Vencer

—No se cómo no te vimos antes— Comentó Rose al ver que las habilidades del hombre eran fuertes. Se quitó el saco color beige que llevaba puesto y comenzó a avanzar hacía ambos hombres —Tú y yo debimos conocernos hace años.

Con ayuda de George, Daniel se puso de pie.

—¿Danny?, ese es tú nombre ¿O no?

—Sabes algo a diferencia de ella, tú no eres demasiado especial y te voy a decir porque, algo le pasa al vapor cuando los RUBS crecen, se contamina, se ensucia y tú lo sabes, veo que estás cubierto de suciedad, ya no resplandeces como hace tiempo, creo que se hecha a perder cuando creces— Dijo con calma comenzando a subir las escaleras cuando George se interpuso.

—No te dejaré pasar de aquí— Dijo con determinación.

—¡Ay guapo!, ¿Qué puedes hacer tú?, Eres sólo una RUBS común y corriente, no hay nada que me interese de ti cariño, no me sirves, ¿Por qué sigues luchando cuando la persona que amas está con este tipo?— Señaló a Danny —Aunque la entiendo, ¿sabes? comparado con él tú no eres nada.

Aquello lo enfureció y sin pensarlo el menor de los Denbrough se lanzó contra ella pero antes de tan siquiera tocarla, la mujer levantó una de sus manos, sin siquiera tocarlo lo sacó volando lanzándolo contra uno de los pilares del hotel, impactando de forma tan brusca que casi lo dejándolo inconsciente debido al fuerte impacto.

—¡George!— Gritó Danny.

—Por favor, no lo lancé tan fuerte— Comentó Rose restándole importancia a ese hecho —Pero de verdad guapo, ¿En dónde estuviste metido?— Preguntó de nueva cuenta, mientras avanzaba y Daniel retrocedía, alerta, sin dejar de apuntarle con el hacha —Puedo hacerte una oferta...— Comenzó sin dejar de avanzar hacia él —Una que rara vez hago.

—¿Ah si?, ya la quiero oír— Comentó, sin bajar la guardia.

—Un niño tan talentoso que escondió su luz bajo una botella tanto tiempo, podrías tener una vida muy, muy larga y vivirla bien— Levantó ambas manos en señal de paz sin dejar de avanzar y Danny sin dejar de retroceder —Darte gustos sin consecuencias, sin resacas, come bien y vive siglos.

—Debes sentirte sola— Le dijo —Siendo la última, la última de todo el mundo.

—Cariño— Negó —Para nada soy la última, sólo la más bonita.

—Supongo que sabes mi respuesta.

—Que triste— Se lamentó —Entonces, ¿Lo vas a hacer o no?

Danny empuñó su hacha y con un sólo movimiento la atacó, Rose quiso detener el hacha pero esta alcanzó a darle en el hombro haciendo que un quejido de dolor saliera de sus labios, rápidamente se recompuso y tomo el hacha clavada sobre su hombro arrebatandosela a el ojiazul, dándole un fuerte golpe con la misma en el rostro y clavándosela en la pierna.

Danny gruñó del dolor, apretando fuertemente los dientes, ahogando un grito, Rose la encajó más profundo, sacándole un quejido ante el dolor y sin ningún esfuerzo lo lanzó, sacándolo volando y haciéndolo rodar escaleras a bajo hasta chocar contra la barandilla de las escaleras con un golpe seco.

—Oh— Suspiro la mujer mientras bajaba las escaleras a paso lento con el hacha en mano —¡Ay! que lindo, ay mira esto creó que te corte la arteria femoral— Señaló con el hacha la herida.

Danny aulló del dolor mirando la profunda cortada en su muslo que no paraba de sangrar profusamente.

—¡Ah!— Se quejó.

—¿Te vas a desangrar aquí, eh?— Preguntó para después golpearlo fuertemente en la frente con el mango del hacha sacándole un grito de dolor.

Tiro el hacha y se posicionó encima de él, tomándolo del cuello con fuerza comenzando a asfixiarlo, Danny comenzó a manotear desesperado pero ella era mucho más fuerte.

—Mira, mira que mal genio tienes— Comentó la mujer cuando logro dominar a Danny —¡Tanto fuego!, ¡Qué desperdició!— Bramó —O tal vez no— Clavo con fuerza su pulgar en la herida del hombre, sacándole un fuerte alarido de dolor y haciendo que su vapor comenzará a emerger de su boca en medio de su grito.

De inmediato la mujer comenzó a inhalar el vapor que el hombre comenzaba a desprender y sus ojos se iluminaron.

—¡Ah qué sorpresa!— Exclamó extasiada —Todavía a tu edad...— Hizo una pausa aún saboreando el vapor del hombre en completo éxtasis —¡Oh! ¡Qué delicioso!— Gimió y volvió a enterrar su pulgar en la herida sacándole otro grito lleno de dolor y haciendo que este liberará su vapor —Sabes a Whisky— Le susurro encajando cada vez más su pulgar y haciendo que el hombre gritara aún más fuerte si es que eso era posible, liberando otra ronda de vapor que de inmediato fue inhalado por ella mientras observaba todo su dolor y miedo en recuerdos relacionados a ese lugar.

Pudo observar a Daniel Torrance de niño correr por los pasillos del hotel mientras el hombre que era su padre lo perseguía con un hacha en mano mientras cojeaba debido a la herida de su pierna.

—Danny...— Escuchó al hombre llamar al niño —Aquí voy.

Después todo cambio observando la palabra “REDRUM” escrita en una puerta.

—¡Ah!, ¡Cuánto terror!— Suspiro gustosa —Y por lo que veo toda tu vida— De nuevo hizo presión sacándole un quejido de dolor, el cual de nuevo aspiro gustosa —Delicioso.

Más presión y la sangre brotaba a borbotones de su herida haciéndolo casi chillar del dolor y liberando más vapor.

Está vez su padre miraba a la que era su madre con una sonrisa llena de locura, en ese mismo lugar donde estaban ellos, sus padres se habían enfrentado, la mujer lucía aterrada blandiendo un bate de béisbol para impedirle que se acercará a ella quien sollozaba aterrada.

—¡No me toques!— Demandó la mujer entre sollozos.

Después vio el cadáver de una mujer de avanzada edad salir de una tina de baño, su cuerpo desnudó en estado de descomposición.

Dos niñas gemelas, paradas a mitad del pasillo en algún lugar de ese hotel.

—¡Quiero más!— Exclamó Rose.

Pero su mirada cambio al sentir algo dentro del hombre, algo que denotó como peligroso, sus ojos volvieron a su estado normal.

—Tú no estás sólo ahí— Comentó al tiempo que tomaba el rostro de Danny entre sus manos —¿Qué escondes?, ¿Eh?

Dentro de la mente del hombre había varias cajas formadas en fila, que al parecer luchaban por ser abiertas.

—¿Qué hay en las cajas?, ¿Qué algo especial?— Preguntó mientras Danny luchaba por quitarse las manos de Rose de encima.

—¡No son especiales y hoy no tendrás el gusto de conocerlos!— Respondió.

De repente sintió la presencia de la mujer detrás suyo y cuando se volvió en dirección a ella Dakota Hanscom tenía el hacha en mano que ella misma había aventado en cuanto Daniel no pudo seguir luchando.

—Hasta la vista maldita enferma— Y de un golpe certero Dakota Hanscom cortó la cabeza de la mujer de un solo tajo, la cual rodó a varios metros.

Observaron como el cuerpo y la cabeza se deformaron como un cadáver putrefacto u tras unos segundos Rose the Hat desapareció volviéndose solamente vapor, dejando atrás solamente aquella chistera que siempre llevaba consigo.

Habían vencido, pero aún había cosas por hacer.