tantas personas en el mundo y tenías que ser tú.

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Me llamo Keyla, tengo 17años, en unos meses cumpliré los 18 y por fin podré sacarme el carné de conducir e ir a donde yo quiera sin tener que decirle nada a nadie. Hace tiempo que decidí ser psicóloga y quería estudiar en Francisco de Vitoria. Me gusta estar sola, y normalmente suelo espantar a la gente que se acerca a mí de una manera cordial y educada; la única que nunca se alejó de mí, se ganó mi confianza y me apoya en los buenos y en los malos momentos en mi vida es Marina. Ambas sacábamos buenas notas y de vez en cuando salíamos por ahí alguna noche, ella casi siempre se terminaba llevando un chico a su cama mientras que yo tenía que volver a mi casa sin que mi madre y mi padrasto, Carlos, se dieran cuenta. Pero siempre me estaban esperando sentados en el sofá viendo alguna película o algún vídeo de cuando yo era pequeña.

Estaba en clase, sentada en la parte de atrás, tomando apuntes de la clase cuando Marina me pasó una nota mientras el profe no miraba. La nota decía:

¿Vas a salir esta noche?

A lo que yo contesté:

Ni de broma, mi madre todavía me sigue teniendo castigada desde que me escapé la última vez para ir a la discoteca contigo.

Creía que dejaría ya la nota pero cuando volví a mis apuntes la misma bolita de papel me interrumpió:

Vamos hombre. Eso no se lo cree nadie. Tu madre no te castiga nunca, no quieres ir porque tienes miedo a emborracharte y levantarte en la cama de un desconocido.

Me estaba cabreando así que le contesté:

Efectivamente, me has pillado, vete tú sola, así tienes más posibilidades de montarte un trío. ¡Y DÉJAME COGER APUNTES!

Aunque no me gustaba, le dije la verdad. Yo no me quería levantar en la cama de cualquiera y aún encima sin acordarme de nada. Yo no era como ella, me importaba mucho perder la virginidad con quien yo quería y sobre todo acordarme.

Cuando me di cuenta el profesor ya tenía la nota en sus manos y la estaba leyendo. Me estaba asustando la cara que ponía, cada vez abría más los ojos y luego al final de leer la nota, lo único que dijo fue:

-Chica lista.

Yo solo pude asentir, y resbalarme un poco por la silla para ocultar lo roja que estaba. El profesor se llevó nuestra nota, lo bueno es que solo llegó hasta la basura y cayó en ella echa pedazos.

Al volver a casa me encontré a mi madre y a Carlos sentados en la mesa de la cocina muy serios, con un papel en la mesa. Al principio pensaba que era por la nota de hoy con Marina pero luego cuando la vi bien me dí cuenta de que era una...

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Hola a todos los lectores,este es mi primer capitulo y libro,por favor comentad,subiré pronto el siguiente capítulo.