-Me voy a España de vuelta con mi madre.
Owen me soltó la mano y algunos rostros al igual que el suyo y el mío se llenaron de lágrimas sin poder evitar que cayeran.
-No voy a dejar que te vayas-me sorprendió escuchar aquellas palabras proveniente de la boca de Tom.
-No eres tú el que toma la decisión. Además no te importa mucho tienes a Sandra.
-Oh vamos, Keyla, lo hice para ponerte celosa.
-Y te doy las gracias por demostrarme que nunca te quise realmente.
-Alomejor él no te quiere ni tú a él, pero yo sé que tú y yo si nos queremos y nos amamos.
Miré a Owen, intentaba aguantar las lágrimas, pero algunas no podía.
-Owen, yo también te quiero, pero...
-¿Qué tengo que hacer para que te quedes?
-Es imposible hacerme cambiar de opinión, losiento-algunas personas ya se habían ido como Sedmund acompañado de Els para consolarle y también mi padre consolando a Cassandra.
Solo quedábamos en la habitación Tom, Owen,Sandra y yo.
-Sandra vete.-me obedeció y se fue.
Ahora quedábamos los peligrosos, los que utilizarían todas sus armas para hacerme cambiar de opinión y hacerme aún más daño puesto que no iba a cambiar de opinión. Además ya tenía el billete comprado y la maleta a medio hacer.
-Lo siento chicos, pero es imposible hacerme cambiar de opinión.
-¿Y si traemos a tu madre aquí para que no te vayas?-me dijo Tom
-Nunca hará eso. Tendría que dejar atrás muchas más cosas que yo y no pienso obligarla a eso.
-¿Por qué me haces esto?-dijo Owen.
-Owen no es tu culpa. Son los hechos los que me han hecho cambiar de opinión. Cualquier otra persona habría pensado al revés. Yo tenía la idea de quedarme... a tu lado-me miró y le sonreí-, pero cuando os he visto algo me ha dicho que no debía quedarme y que debía volver con mi madre aunque nunca recupere la memoria.
-No me dejes por favor Keyla-me suplicaba.
-¿Eso es lo único que tienes que decirle?¿No vas a intentar convencerla de que se quede?
Tom se estaba poniendo histérico y Owen no me apartaba la mirada mientras le contestó.
-No hay nada que pueda hacerla cambiar de opinión, que más dá lo que le digamos.
-Eres un imbécil Owen.
Owen se levantó y le dio un puñetazo dejando a Tom en el suelo aunque tardó unos segundos en levantarse y devolverle el puñetazo haciendo que Owen chocara contra la mesilla que había al lado de la cama. Tom estaba sangrando por la nariz y en el labio y Owen no se levantó del suelo.
Me levanté de la cama corriendo a auxiliarlo, zarandeándolo para que despertara e incluso dándole algún bofetón para que despertara hasta que me rendí y empecé a gritar pidiendo ayuda. Me acerqué a él y le besé, sentía la necesidad de hacerlo, sabía que despertaría, pero no sabía cuando.
Unos brazos me agarraron y me dí cuenta de que era Owen cuando continuó con el beso y al separarnos me sonrió.
-¿Estás bien?
-Creo que estaré bien cuando le dé un puñetazo a ese...
-Owen-le interrumpí-déjalo-dije negando con la cabeza y sonriéndole.-,me alegró de que estés bien.
Borró su sonrisa de la cara y se levantó con la ayuda de mi padre y Sedmund.
-Deberías hacer las maletas, tu vuelo sale mañana.-Fruncí el ceño,¿cómo lo sabía?-se te ha caído el billete.-lo señaló y me respondió como si me hubiera leído la mente.
-Ya las tengo hechas. Y pasaré la noche en el aeropuerto, ya es muy tarde asi que... me pondré de camino.
-Yo no puedo despedirme, asi que no me pidas que te acompañe porque si no te traeré de vuelta a la fuerza.
Suspiré y puse una sonrisa triste.
-Yo te llevaré-me dijo Sedmund-sigues siendo mi hermanastra, y será mejor que nos pongamos en camino, vamos.
-Mis maletas están en el armario, deja que las coja.
-Yo las llevo, despídete de todos y vé al coche, enseguida voy.
Asentí, me despedí de todos a excepción de Owen, que había desaparecido después de su frase tan triste. Me metí en el coche esperando a Sedmund hasta que llegó y se sentó en el asiento del piloto.
Intentó arrancar varias veces, pero no arrancaba, probó con los demás coches que había aparcados, pero tampoco arrancaban asi que pedimos un taxi.
Tardó unos 20 minutos en llegar, tiempo suficiente para sacar las maletas y darnos cuenta de que había sido Owen el que había estropeado los coches quitándoles el motor. Se encontraron los motores escondidos en el garaje, detrás de una estantería con una nota suya que no me dejaron leer.
Llegó el taxi, y aunque ya tenía choffer Sedmund me acompañó y me llevó las maletas hasta la puerta de embarque donde escuché a una voz llamarme. Me dí la vuelta y pensé menos mal mientras se me formaba una sonrisa de oreja a oreja.
-Creí que no vendrías... Owen.
-No podía dejarte ir, sin que te llevaras esto.-me entregó una caja pequeña con agujeros y envuelta en un lazo rojo.
-¿Qué es?-intenté abrirla, pero no me dejó.
-Abrelo cuando llegues a casa, ¿me prometes que lo abriras cuando llegues a casa?
Asentí. Y se acercó a mí para darme nuestro último beso que profundizó bastante hasta que escuchamos decir por los altavoces:
El vuelo rumbo a Galicia ha sido adelantado, por favor vayan embargando, gracias por su atención
Nos separamos y no abrí los ojos, me quedé saboreando mis labios con el sabor de los de Owen quien había desaparecido para cuando abrí los ojos. Sedmund me dio un beso en la mejilla, me abrazó mientras me susurraba al oído mucha suerte hemanita. Las lágrimas amenazaban con salir, pero pude evitar que ocurriera eso hasta que en el vuelo, la anciana que se sentó a mi lado me tendió un pañuelo para que me secara las lágrimas.
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tantas personas en el mundo y tenías que ser tú.
Teen FictionDesde que Keyla se ha ido a vivir con su padre por la custodia, no ha dejado de ocurrirle desgracias. Conoce a un chico que la mete en varios problemas y tras ser "secuestrada" si se puede llamar así, se enamora de él y descubre la verdad por la cua...