—Lamento llamarle en éstos momentos...
La voz seria del jefe de policía Naomasa no coincidía con su rostro apenado. Sin embargo, aquel llamado de improviso a Sayio (Apellido) era de vital importancia si quería mantenerla informada de la situación sobre el caso del fallecimiento de su esposo y ex héroe profesional Grand Alpha, en el que estaba más que involucrada. La víspera de navidad parecía iniciar con tranquilidad para todos y cada uno de los integrantes de policía, quizá con la esperanza de descansar algunas horas para celebrar la navidad en sus casas y regresar a sus labores a primera hora del día siguiente; sin embargo, todo aquello cambió con la misteriosa llegada de una nota.
—Descuida —la mujer habló con sinceridad tras tomar asiento en una de las tantas sillas de la sala de juntas de las instalaciones—. Por lo repentino que ha sido, supongo que es muy importante —quiso confirmar regalándole una mirada llena de seriedad.
Por dentro, se sentía culpable por no poder reunirse con su hija ese mismo día para pasar las vísperas de navidad con ella antes de que regresara a la academia para estar con sus compañeros de clase. Aquello hubiera sido una forma de no pasar el día en soledad, al menos no en su totalidad, pero el llamado de Naomasa, instantes antes de que llegara al punto de encuentro con (Nombre), era demasiado inquietante; sobre todo si hacía mención de una nota misteriosa que podría darles un indicio más sobre el villano y sus secuaces. Tal vez era una señal de que todo estaba por terminar, de que posiblemente ese mismo día se prepararía un equipo de héroes y policía para emboscar al villano y detenerlo. Por eso acudió a la estación de policía sin siquiera avisar de un atraso de su parte o ausencia. Sería mejor explicarlo después y no tener que buscar excusas estúpidas para no poder encontrarse con su hija. Deseaba saber de qué iba todo el asunto inesperado y con ello determinar qué tanto involucraría a (Nombre), no soportaría otro encuentro como el anterior.
—Lo es —afirmó el azabache portando la evidencia hasta dejarla delante de ella—. Sin embargo, difiere al mensaje que le mandé antes. No es algo con lo que podamos operar ahora mismo.
Sayio tomó la nota sin vacilar para leerla cuanto antes y quitarse de la ansiedad que la carcomía por dentro.
"Kohaku no durará mucho con esa particularidad. Es cuestión de tiempo para que vuelva a ser débil, pero antes planea un ataque."
Leyó aquella frase un par de veces más, sin comprender de inicio a qué se refería.
—Creemos que es una señal de cuándo hacerlo —añadió Naomasa sentándose delante de ella—. Suponemos que uno de sus aliados la ha enviado.
—...aunque también podría ser una trampa —murmuró Sayio sosteniendo la hoja con ambas manos—. No podemos arriesgarnos con esto —observó al azabache con duda—. Es probable que... hayan usado el mismo método con Hisashi para robar su particularidad —concluyó sintiéndose más confundida que antes.
Para llegar a esa conclusión, Sayio se vio obligada a viajar a su mente en tan solo milésimas de segundos, llegando a recuerdos de conversaciones anteriores con varias personas, incluida su hija, y la reunión que tuvo en esa misma sala de juntas antes del último enfrentamiento con el villano. Considerando la teoría que su hija y el aspirante a héroe Deku tuvieron aquella vez, la forma en la que Kohaku logró intercambiar el don de su esposo fue ridículamente sencilla, no hubo combate o forcejeo, o alguna señal de ser herido de gravedad por una pelea, simplemente un corte, un solo corte que le permitió al villano robarse la particularidad de Hisashi con el tiempo. En esa ocasión el villano debió ser muy precavido y astuto para lograrlo con gran facilidad, aprovechándose de la bondad de su esposo.
—Según recuerdo el testimonio de su hija, el villano solo busca particularidades fuertes —habló Naomasa pensativo—. Dijo que al descubrir que no podría curarse como su padre, el villano la ignoró por completo.
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Diario perdido •Katsuki Bakugō•
Fanfic[TERMINADA] Su timidez y miedo al rechazo le hacían escribir en un pequeño cuaderno lo que sentía por él. Varias hojas en blanco listas para ser llenadas con palabras que expresaban varios sentimientos, más que el mero amor que crecía en su interior...