veintitrés

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“  no es que el mundo siempre decepcione, es que tienes las expectativas muy altas.”

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la rubia despertó y ni había ningún ruido en su casa, se puso feliz al ver que su familia no estaba.

comenzó a desayunar sin prisa, le daba tranquilas poder estar sola.
Pero su tranquilidad no duró mucho tiempo, ya que golpes en la puerta hicieron que se levantará de su mesa.

al abrirla se encontró con mauro mirando hacia abajo y con las manos en sus bolsillos.

—Mau— el la miro y sonrió

— hey Sib— saludó

— pasa, para mí fortuna no hay nadie en casa — se hizo a un lado y después de cerrar la puerta los dos caminaron hasta la mesa.

—¿quieres?— ofreció pero el nego —¿pasa algo?

— tenía tiempo sin saber de vos y me preocupe —  alzó los hombros y ella soltó una risa enternecida

mauro siempre era su excepción en todo, era la única persona con la que se sentía segura y querida. No podía explicar lo bien que le hacía el pelinegro

—Y boeno, ya que estoy acá, podemos andar en skate— propuso.

— pero no veo tu patineta mauro.

— y buenos tenemos ya tuya, así que mándale mecha— los dos soltaron una risa y ella corrió a su habitación por su skate.

Mauro la esperaba sonriente, es algo que le pasaba siempre, con ella no podía estar triste o enojado. Era ese rayito de felicidad en su vida.

— estoy lista — sonrió mostrando su skate.



— basta, me rindo — dijo ella riendo mientras se sentaba en el piso — una vez más que me caiga y me parto toda la cara.

— Solo una vez te deje caer boluda— se sentó junto a ella.

— esa es una buena razón para no querer volver a subirme — miro su celular — es tardísimo, sol no dejará de molestarme — se paró rápidamente y mauro la miro confundido — el trabajo

—¿trabajas?— no entendía nada, pero igual se paró junto a ella.

— tengo que cambiarme, te cuento después—  entro rápido a su casa

— no, yo te acompaño y en el camino me contas— entro a la casa y se sentó a esperarla en el sofá.

Después de un rato la rubia salió con un uniforme, su cabello recogido y una gorra.

— opa que traes el uniforme choto — ella lo miro mal — na' vo' le pones el flow, pero si ti eso se vería para el orto.

— haré como que te creo, y si vas conmigo date prisa que voy tarde — lo apresuró y los dos salieron de la casa.

— no sabía que trabajabas.

— Alejandro me consiguió trabajo con una prima de el— mauro bufo inconscientemente

— ¿y como te sientes? ¿te gusta?— pregunto

— si, aunque una chica me trata medio mal, creo que quiere a Alejandro. — alzo los hombros restandole importancia

— no puede ser tan ortiva solo porque el pibe te quiere a vos — murmuró.

—Y bueno, pareciera que cuando va Alejandro yo quiero mostrarle en su cara que a mí sí me quiere, pero no sé cómo decirle a Alejandro que pare. no quiero hacer sentir mal a sol.

— sos tremenda linda boluda, déjala y si no le gusta que se tome al palo ya fue.

— es aquí— dijo mostrándole el lugar — gracias por acompañarme — lo abrazo, por lo general a Sibel no le gustaban los abrazos, pero como a dicho siempre, mauro es su excepción.

— na, y en la noche paso por vos, no voy a dejar que andes sola por ahí — le correspondió el abrazo — que tengas un lindo día sib — dejo un beso en su frente y la soltó para que pudiera entrar

— nos vemos más tarde— sonrió y entro.

sol estaba muy molesta, no porque llegará tarde, si no porque seguramente estaba viéndole la cara a Alejandro.

—mira vos cada día tenés uno diferente o como va la cosa— se cruzó de brazos frente a ella, estaba demasiado molesta.

— Sol, eso es algo que no nos incumbe— Juli se acercó, varios clientes prestaban atención a la situación.

—no es justo que hagas eso, yo llevo años queriendolo y vos  lo engañas. — gritó.

— Sol, cálmate. No estoy engañando a nadie. — la rubio murmuró, no le gustaba la idea de que los clientes estuvieran posando su mirada en ellas.

—dale vení — la tomo de los hombros Juli — vos anda a atender sibel

la peliazul estaba muy molesta, le había dolido bastante que la eligiera a ella como para que ahora lo engañara con un chico que jamás había visto.

Sibel solo suspiro, nisiquiera era novia de Alejandro, y mauro era su mejor amigo. Le molestaba que sol supusiese esas cosas de ella sin siquiera saber.



sibel y sol no volvieron a hablar, sol estaba un poco apenada por la escena que hizo. llegó la hora de salida y sibel salió rápidamente a buscar a mauro.

— dale, no creí que fueras tan puntual — soltó una risa cuando lo vio sentado fuera del lugar.

— no me acordaba a qué hora dijiste— alzó los hombros y tomo en su mano su skate.

sol salió y los miro mal, pero está vez no dijo nada. Solo subió a su auto.

— ¿y esa que?— pregunto el pelinegro

— es la chica que te conté .

— tiene pinta de que un tornillo le falta — los dos rieron y caminaron hasta la casa de sibel.

maratón 2/5

Depressive; Lit Killah || terminada ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora