Un lugar seguro

Once

Algo va a pasar. La expectación llena el ambiente y la ahoga con esa sensación punzante debido a los nervios. No sabe a qué se debe pero por cómo se remueve Sam a su lado en la silla debe tratarse de algo importante. Alex se pasea por la sala de estar sin orden y sin discreción alguna, sí, un evento importante está por venir. Eliza y Jeremiah entran a la habitación, ella sostiene la mano de Nia, quien en cuanto ve a Lena se adueña del lugar a su lado. Brainy en cambio tiene esa cara de cuando va a dar un anuncio, casi diplomático; no ha dejado de enternecerla. Kara se inclina en dirección a Sam.

—¿Qué va a pasar? —podría decírselo mentalmente, pero desde que tiene disponible otro canal de comunicación —Lena—, prefiere hablar como persona normal. Ignorar la conexión con la hechicera es extrañamente complicado. Puede deberse a cuánto tiempo ha pasado sin tener dos vínculos al mismo tiempo o —aunque no le guste pensar en eso— a la fuerza de ese vínculo en particular.

—Espera sólo un poco.

—No puedo hacer eso —Sam le sonríe. —Me gusta saber las cosas antes que pasen.

—Porque eres impaciente.

—Es inherente a mí, no puedes quejarte —la ve negar con la cabeza, guardando silencio al escuchar cómo Eliza se aclara la garganta. Lena desde el otro sofá mira a Kara, dedicándole una sonrisa. La rubia agita la cabeza rompiendo el contacto visual porque con una cantidad necesaria se ve inmersa en sus pensamientos. Eso está fuera de las reglas.

—Tenemos un anuncio —la voz calmada de Eliza interrumpe tres hilos de pensamiento muy distintos. Tres pares de ojos de diferentes colores le dan su total atención —en realidad, todos los presentes la miran, aunque no con tanta intensidad—.

—Sí, un anuncio —Brainy les muestra la pantalla de su rastreador, el cual no registra ninguna señal importante.

—No lo entiendo —Kara busca respuestas en el pequeño azul.

—No hay nadie —dice él.

—Sí entiendo eso.

—Eso es todo —Brainy le frunce el ceño, como si fuese lo más claro del mundo. Eliza le revuelve los mechones de cabello, interrumpiendo su siguiente oración.

—Quiere decir que tenemos la vía libre, la DEO debe estar reacomodando sus tropas y la ciudad estará en su mayoría descuidada —los ojos azules de Kara la observan con tanta confusión como al principio, quizás más.

—Deben estar bromeando, nuestra última salida familiar no resultó muy bien —Lena se muestra a partes desiguales indignada y consternada. —Es una terrible idea —señala a Alex con el índice.

—No está tan mal, es una buena oportunidad —la mayor le frunce el ceño al recibir esa acusación.

—Sí, para morir —Alex le bufa —porque ha pasado mucho tiempo con Sam— y se gira hacia Eliza, pidiéndole ayuda.

—Alex tiene razón, es una oportunidad única.

—¿Para qué? —se impacienta Kara sin captar una sola cosa sobre esa conversación. Sam retiene su mano y hace círculos sobre su piel.

—Para ir en una excursión a la ciudad —Jeremiah le sonríe con esa calma latente en la familia Danvers, convenciéndolas siempre de que nada malo está pasando. Aunque esté pasando. —Han estado en casa mucho tiempo, necesitan una porción del mundo real y debemos probar nuestra organización como equipo.

—Brainy es azul —señala Kara, porque es el primer pensamiento cruzando por su mente. Lena se ríe.

—Ya tenemos resuelta esa parte —Eliza le pone una mano en el hombro, acallando sus preocupaciones. —Saldremos mañana por la mañana, no podemos perder mucho tiempo, intenten estar preparadas, ¿bien?