Pasea inquietamente la memoria USB entre sus dedos, como si se tratase de un hilo más de luz. Tiene la respuesta frente a sí y debería ser capaz de tomarla, estirar la mano, asumirlo, en cambio está deteniéndose ¿por qué exactamente? La respuesta inmediata es Kara Danvers y su presencia bondadosa, la no tan inmediata es el temor de enfrentarse a su madre junto a todo lo que eso llegue a significar. Expulsa el aire entre los labios, armándose de una valentía inexistente. El sonido de unos pasos acercándose la distraen de su rutina agobiante de pensamientos.
—Ya tienes tu propio plan, ¿no es así? —Kara la obliga a levantar la cabeza para verla, sin ocupar un sitio a su lado. —Y no nos incluye.
Se encoge de hombros, ¿qué debería responder? Es exactamente eso. —Básicamente.
—¿Por qué?
—Estaba supuesto a ser así desde el principio —ladea la cabeza, no quiere discutir con Kara, con nadie en realidad, pero será inevitable, eso lo sabe bien. Prácticamente cada persona de ese grupo tiene una necedad más grande que ellos mismos, no ceden, no dan un paso atrás y nunca se rinden, rozan la estupidez con cada vez más frecuencia y no alcanza a importarles. —Les aseguraré su salida, estarán bien.
—¿Y tú? —Kara le arquea las cejas.
—También.
—No lo sabes.
—Es el tipo de cosas difíciles de saber.
—Y vinimos exactamente ¿para? —Lena suspira, es como confesarle la verdad a un niño sobre Santa Claus, devastador y cruel, pero también inevitable.
—Me pregunto lo mismo.
—¿Por qué viniste con nosotros entonces?
—¿Me habrían dejado en el edificio? ¿Se habrían rendido? No, debía acompañarlos si quería volver a verlos vivos —Lena toma una bocanada de aire, sin saber cómo continuar o si debería o si ya todo da igual porque no encuentra forma de decirle a Kara que no sabe qué hacer ni cómo hacerlo pero también se niega a equivocarse o a echarse para atrás. Se niega a ser cobarde y a temer. —Estaré bien, ahora deberíamos reunirnos para comunicarle el plan a los demás y listo.
—No.
—¿No qué?
—No te voy a dejar hacerlo.
—No puedes evitarlo, no es tu decisión.
—Sí lo es, porque eres mi... amiga y te quiero y ahora mismo quieres arriesgarte, tomar toda la responsabilidad en tus manos y fingir que todo está bien, sorpresa: no lo está —aprieta la mandíbula, molesta. —No sé cómo ha sido tu vida, Lena, no puedo pretender conocerte después de tanto tiempo e igualmente sé que voy a ayudarte hasta el final porque me importas y porque quizás hayamos arruinado todo con nuestra inesperada presencia, es nuestra responsabilidad arreglarlo —la hechicera suspira, le gustaría creerle, darle el volante y tomar una siesta. Pero no puede hacerlo.
—A pesar de cuánto disfruto tus discursos motivacionales esta vez no puedo escucharlos... —Kara le ofrece la mano para ayudarla a levantarse.
—Es una lástima porque tengo muchos para ofrecerte.
—Kara.
—Lena —devuelve.
—Hablo en serio, no me harás cambiar de opinión sin importar cuánto lo intentes —la telépata le sonríe con ironía, acerca sus cuerpos jalando del agarre sobre su mano y luego le sujeta el rostro con cuidado. —¿Qué? —susurra contra los labios ajenos, inmersa en la mirada azul.

ESTÁS LEYENDO
Un lugar seguro
FanfictionA menudo la vida es una sucesión de eventos imprevisibles y desagradables. Lena odia los imprevistos, Kara en cambio, se convierte en su definición de imprevisto, llenándole la vida de momentos a lo cuales jamás habría imaginado acceder. Durante su...