Después de la lucha contra Sailor Galaxia, Serena nunca volvió a ser la misma, constantemente la invade la nostalgia y la tristeza por extrañar la compañía de aquella estrella fugaz que una vez le enseñó a nunca rendirse...Ahora le tocará enfrentar...
En alguna parte de la Galaxia, muy lejos del planeta Tierra, específicamente en Kinmoku, el planeta de las Flores Doradas, donde habitan las fuertes guerreras Sailor Starslights, las únicas que lucharon hasta el final de tan dura batalla contra Caos junto a la Princesa de la Luna Plateada.
Una hermosa joven guerrera de pelo largo azabache y ojos zafiro, estaba recostada en los verdes arbustos cerca de un lago, ella olía la fragancia de las flores silvestres mientras miraba el atardecer, observaba las distintas tonalidades de ese hermoso cielo que variaba entre amarillo, naranja y rojo, mientras algunas hojas caían de los árboles acariciando su piel como si sintieran la necesidad que tenía de ser amada.
Desde que Fighter regresó a su planeta natal junto a sus hermanas y Princesa, hizo todo lo posible por actuar normal, pero para nadie es un secreto que ella había dejado gran parte de su corazón en el planeta Tierra.
Ella estaba feliz de que todas las semillas estelares arrebatadas por Sailor Galaxia fueran devueltas a su planeta de origen, gracias a la valentía de la princesa de la Luna, estaba feliz porque sus hermanas estaban con ella; la intelectual Maker y la gruñona de Healer, amaba a sus hermanas a pesar de que eran muy diferentes entre ellas, cada una tenía una personalidad única pero compartían los mismos ideales, una misma misión. Estaba feliz porque su querida princesa Kakyuu se encontraba sana y salva, ella era todo para las Sailor Starlights, sus vidas giraban en torno al de su princesa, desde que juraron protegerla ella era lo más importante para ellas.
Cuando sailor Galaxia atacó a su hermoso planeta, todo cambió para ellas, perder de vista a su amada princesa fue uno de los momentos más difíciles y doloroso, pero nunca se imaginaron que la perderían otra vez en el planeta Tierra, en ese instante ellas sintieron que sus vidas carecían de sentido sin su amada princesa.
Fighter se sintió atraída por Serena desde el momento en que la vio en el aeropuerto, no supo el porqué su resplandor le atraía. Primero como Seiya, le gustaba mucho molestarla, siempre andaba cerca de ella, amaba su resplandor, se lo dijo en varias ocasiones, él se enamoró de ella sin proponerselo; en su otra identidad como la guerrera Sailor Start Fighter, le gustaba pelear a su lado, sentía una seguridad y confianza hacia Sailor Moon.
En la última batalla contra Sailor Galaxia, ella luchó hasta más no poder, defendiéndola, arriesgando su propia vida por ella, también admitió enfrente de Hotaru, Setsuna y sus hermanas que Sailor Moon no le era indiferente, lo dijo con un brillo desafiante en sus ojos. Tanto así que la otra guerrera quedó asombrada al oírlo, nunca se imaginó escuchar eso de la boca de Fighter, de la mujer, de la guerrera, aunque anteriormente Seiya le haya confesado su amor.
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Pov. Fighter:
"¿Qué estarás haciendo mi dulce bombón? Será que ya te olvidaste de mi...Estoy enloqueciendo. Todos los días te pienso, no hay noche, día, ni amanecer en que no te recuerde, mi dulce bombón...Mi corazón te pertenece desde el primer momento en que sentí tu hermoso resplandor, me atrajo como no tienes ni idea, sentí algo tan maravilloso que no puedo explicar , cuando tu mirada cruzó con la mía me cautivaste, y cuando te fui conociendo más, tu calidez me hizo sentir algo único, tu sonrisa me hechizó, desde aquel instante no te he podido sacar de mi mente.
