No Me Rendiré.

17. El reencuentro

Siempre es grato reencontrarse con los seres queridos, más aún si de por medio los separa una enorme pero enorme distancia...hablando de Galaxias.

Ya en horas de la noche, Serena se encontraba recostada en las piernas de Seiya, pues él se había transformado en ese apuesto chico que la hacía suspirar.

La rubia entrelazaba entre sus dedos el pelo azabache de su amor mientras él le acariciaba sus mejillas y de vez en cuando le daba uno que otro beso apasionado.

—¿Seiya...dime que sientes por mi?

—¡Aah...! —dijo el chico parpadeando, luego sonrió, a lo que le respondió:

—¡Eres todo para mi, como el aire que respiro, te amo mas que a mi propia vida, amo tu hermoso resplandor, me gusta tu forma de ser desde las cosas extrañas que dices hasta tu gran sentido del humor, amo tu forma de proteger a los demás, amo verte sonreir, amo todo de ti mi dulce Bombón!

—¡Mmm...!¿Y...que sientes... por la Princesa Kakyuu?

—¿Aah...?¿Por la princesa? —Se quedó perplejo por esa pregunta, no se lo esperaba.

—¡Sí...!¿Sientes lo mismo por ella? —Volteó su rostro al otro lado, le temblaba las manos tenía mucho miedo a la respuesta que le diera a esa pregunta.

—¡Mi dulce Bombón...tu si dices cosas extrañas! —Se rió—. ¿Qué ideas se te metió ahora en esa cabecita?...La princesa es muy importante para mi, y para todas sus Starlights. Nacimos para protegerla, para cuidarla, es cierto que la amamos, pero es otra forma de amar, es como lo que ustedes sienten por sus familias en la Tierra. Si nos toca moririamos por ella, es nuestro deber como Sailor; le juramos nuestra lealtad.

Luego se acercó más a Serena hasta sentir que sus respiraciones se mezclaban y le dio un beso profundo, con tanta intensidad  que hizo que la rubia se olvidara hasta de su nombre, se separó de sus labios y le dijo:

—¡Con la princesa no quiero hacer esto!

Bajó su rostro, le levantó un poco el sueter, le tocó los pechos con una mano y los besó haciendo estremecer a la rubia, luego le susurró:

—¡Tampoco esto!

Subió su rostro nuevamente hasta quedar frente a frente, la miró intensamente con la respiración acelerada y la besó otra vez en los labios deleitándose con su dulce néctar, se separó de ella y continuó:

—Bombón,  solo tu me haces desearte en todos los sentidos,  deseo tus besos, tu cuerpo, necesito tu resplandor, tu compañia, sin ti siento que enloquezco.

—¡Mi Seiya, mi Fighter!¡ Perdóname por dudar de tu amor! —Ahora es ella la que besó al chico de ojos zafiros,  sus manos cobraron vida propia, explorando el cuerpo de su amor, entre besos por todo el cuerpo, caricias que alteraron los sentidos, cuerpos uniéndose y separándose, reclamándose, entre gemidos de placer, ambos jóvenes  llegaron juntos al clímax.

Ya siendo media noche, varias energías cruzaron la atmósfera de Kinmoku, alertando a sus Sailor y Generales, ya que estos últimos estaban muy preocupados por la situación que estaba atravesando el planeta.

Fighter se despertó y se transformó en una Starlights, a lo que Serena se concentró más y reconoció esas energías.

—¡Seiya...! —gritó emocionada—. Son las chicas, no todas pero son ellas. — Abrazó a Fighter muy feliz.

—¡Bombón, tenemos que ir a su encuentro! Si no puede originarse una batalla  con las Starlights  o los Generales,  a lo que Serena se transformó en Sailor Moon  y salió corriendo junto con Fighter para evitar una desgracia.