No Me Rendiré.

19. El hechizero de Akaishi; El Reino Minami

El espeso bosque oculta la vida salvaje de ese Reino, solo se escucha el cantar de los pájaros y el rugido de algunos depredadores acechando a sus presas.

En la cumbre de la montaña más alta del Reino Minami se encuentra el santuario de uno de los hechizeros más antiguos en todo Kinmoku.

Ningún kinmokusiano es capaz de subir a las altas montañas de Akaishi; eso sería profanar en territorio sagrado, solo la familia real y sus guardianes pueden pisar esas tierras prohibidas, puesto que está lleno de muchos mitos y leyendas que son tabú para el pueblo.

El hechizero Majishan tenía la facultad de la adivinación y se encargaba de mantener alejada al mal de la familia real mediante la elaboración de amuletos de protección. Era el único capaz de combinar los cinco elementos : fuego, tierra, agua, aire y el éter para crear el péndulo sagrado capaz de neutralizar el poder oscuro para evitar que controle a los gobernantes de Kinmoku y también sirve para expulsar esa energía maligna del planeta, más no es lo suficientemente poderoso como el Cristal de Plata para destruir una fuerza mayor.

En el tiempo en que Sailor Galaxia atacó a Kinmoku, lo único que pudo hacer el hechizero fue confiar en su facultad de la adivinación y prevenir a la familia real dándole la oportunidad a la princesa Kakyuu, siendo la única heredera del Trono a viajar a otra galaxia para buscar la ayuda de una de las guerreras más poderosas en todo el universo, la poseedora del legendario Cristal de Plata que habitaba en el planeta Tierra, puesto que en sus visiones ya veía la fuerza de la reencarnación de la princesa de la Luna y su fortaleza para cambiar su destino y el futuro atroz que les tocaría a los kinmokusianos si ella no se cruzaba en sus vidas.

En aquella época los cinco Generales protectores de Kinmoku no habían renacido, por lo tanto, el planeta estaba totalmente desprotegido. El poder de las Starlights no era suficiente para confrontar a Caos, muchas guerreras perecieron en esa batalla tan desigual, solo tres lograron huir para encontrar a su princesa con la esperanza de reconstruir su planeta nuevamente con el Poder de su Cristal de Fuego.

Gracias al Poder de Sailor Moon cuando venció a Caos, los Generales renacieron nuevamente al despertar sus espíritus elementales que los convirtió en los guerreros protectores de Kinmoku.

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Sailor Star Maker llegó como estrella fugaz al santuario del hechizero Majishan, encontrándose con un hombre de aparente edad madura que estaba cubierto por una capa blanca ocultando sus facciones físicas, mostrando cierto aire enigmático.

-¡Te estaba esperando Sailor Maker. Es hora de actuar si queremos salvar a nuestro planeta de este nuevo enemigo!

-¡La princesa me envió!¿Dime que podemos hacer para librarla de esa entidad que se quiere apoderar de ella?

-Primero que todo debemos reunir a los cinco Generales, mientras estén vivos todavía, porque esa entidad oscura tratará de eliminarlos uno por uno para que no podamos llevar a cabo el ritual de expulsión.

-Está bien, me uniré con las Starlights
para que los busquemos en los diferentes Reinos. Nuestra princesa sigue en el palacio, está luchando sola...- Baja su mirada con tristeza.

-Me lo supuse, ella no aguantará mucho, el tiempo se agota. Iré con ella para preparar el lugar.

-Partiré al cuartel para buscar al General Suzaku. -Ambos se despiden.

El hechizero se dirige al Reino Tankei , mientras Sailor Maker se dirige al cuartel del Reino Minami.

Mientras tanto; una de las aldeas de ese Reino, ubicada a unos cuantos metros del cuartel estaba siendo devorada por las llamas del fuego. La gente luchaba por sus vidas para no perecer en el incendio.