No Me Rendiré.

13. Planificando un encuentro

La Princesa Kakyuu acababa de retornar de una breve visita que le realizó a uno de sus Reinos más gélidos.  Por alguna extraña razón ese viaje la dejó algo mal, no se sentía como ella misma, pero no le tomó importancia a esa sensación.

Ella se encontraba en su Palacio, sentada en un amplio sofá bebiendo un sorbo de té de osmanto caliente, para entrar en calor mientras conversaba con Sailor Healer y Sailor Maker. A lo que entró Fighter con Serena, Kakyuu dejó su taza de té en la mesita y le hizo una breve reverencia a la rubia, luego le dijo:

—¡Princesa Serenity! ¿Cómo estás? Espero que Fighter y Healer te hayan recibido como debe ser. —Luego le echó una mirada fugaz a sus manos que estaban entrelazados con las de Fighter.

Serena sintió esa mirada inquisidora, por lo que separó sus manos de las de la chica de ojos zafiros.

—¡Princesa Kakyuu, estoy bien, gracias! —También le hizo una reverencia—Sólo llámame Serena—. Se acercó a la princesa  y le dio un cálido abrazo, luego se separaron, y todos se sentaron para seguir conversando.

—¿Serena, cómo están todos en la Tierra, tus Sailor Senshis, tu familia? — preguntó la princesa Kakyuu.

—Todos están bien, hemos estado en paz y armonía  desde la batalla contra Caos. —le respondió la rubia.

Healer interviene para averiguar  sobre la situación amorosa de Serena, ya que sabe bien que su hermana  no sería capaz de preguntárselo directamente.

—¿Y tu novio? ¿Porqué no vino contigo?...¿Cómo es que se llama...? —La peli plateada se rascó la cabeza  como recordando —. ¡Ahh...ya...Darien! —le lanzó una mirada a su hermana  Fighter.

Fighter no dijo nada, solo miraba un punto fijo en la pared, su expresión era seria.

—¡Ya no es mi novio! —dijo Serena.

—¡Felicitaciones...Ya se casaron, espero que sean muy dichosos! —continuó  Kakyuu con una enorme sonrisa,  a lo que Fighter se puso más pálida , ella sentía una fuerte opresión en el pecho, si estuviera de pie se habría caído de la impresión.

—¡No...no...no! —dijo Serena, algo apenada y sonrojada, luego miró a Fighter que había recuperado su color.

—No nos casamos, ya no estamos juntos y tampoco nos casaremos. Estoy sola...

—¡Aaah...entonces a que debemos el honor de tu visita! —dijo Kakyuu con el semblante más serio, cambiando el tema de la vida amorosa de su huésped, sin que los demás lo notarán una mancha oscura se cernía en sus ojos mientras hablaba.

—Solo quise venir a ver a las chicas, quería saber como estaban —dijo Serena.

—¿Y las muchachas no van a venir? —habló Healer con un poco de emoción, nadie se imaginó que ella las quisiera ver.

—¡No puede ser...! —dijo la rubia recordando algo —. ¿Maker donde puedo conseguir una buena señal para activar mi intercomunicador, necesito avisarles que llegué bien?

Maker que solo estaba de observadora en ese interrogatorio que se estaba llevando a cabo por parte de su Princesa y de su hermana Healer hacia la rubia, al fin habló:

—Si me lo permite Princesa, llevaré a Serena a la Torre, desde allí puede comunicarse con facilidad.

—¡Por supuesto que si, ayudala en todo lo que necesite!. Por cierto ¿Ya  le asignaron una habitación especial para Serena? —lo dijo Mirando a Fighter y a Healer.

Antes de que respondieran las mencionadas, Serena habló:

—No se preocupe Princesa Kakyuu...me quedaré en la habitación de Fighter, si no es una molestia.