14. El Mal Acecha

422 48 9
                                    

En el enigmático cielo del planeta Kinmoku, se observan las estrellas parpadeantes como queriendo hablar pero mudas ante los hechos, ya que nadie ha detectado una ligera mancha oscura rodeando a la atmósfera.

Las chicas estaban cenando de lo más entretenidas como si hubieran sido amigas desde siempre. Healer y Maker trataban muy bien a Serena. Desde la batalla contra Caos nació en ellas un hermoso sentimiento de protección hacia ella, ya no la veían como una intrusa. En cuanto a Fighter; ella se sentía como en las nubes al estar tan cerca de la dueña de su corazón.

La Princesa Kakyuu no acudió a cenar con ellas como era lo acostumbrado, les mandó a decir con una de las muchachas del servicio que la disculparan, que se sentía indispuesta.

Luego se arrepintió y decidió bajar al comedor.  Cuando estuvo cerca de las puertas escuchó las risas de sus Starlights muy felices junto con Serena , ella se detuvo detrás de la puerta y las observó  sin que ellas lo supieran; ella veía esa confianza que existía entre Fighter y Serena, ya que con cualquier excusa se tocaban de las manos y se sonrojaban , ella pudo notar como se miraban con ganas de comerse a besos.  Kakyuu fue invadida  por la rabia, sintió muchos celos, sus ojos se pusieron negros llenos de ira, por poco las ataca, por alguna extraña razón o poca cordura que todavía tenía se contuvo y regresó a su habitación. Con desespero y dureza en su voz, dijo para si misma:

—¡Me está robando el amor de mis Starlights...no solo tiene el resplandor más fuerte , no está satisfecha con poseer el Cristal de Plata, ahora las quiere a ellas, por eso vino hasta acá...me las quiere arrebatar!

Cuando decía eso, la invadió un fuerte dolor de cabeza, sintió   que a cada instante el odio crecía más en su corazón.

Cuando decía eso, la invadió un fuerte dolor de cabeza, sintió   que a cada instante el odio crecía más en su corazón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mientras tanto en el comedor;  Healer y Maker se retiran para ir a sus habitaciones:

—¡Vamos Maker, tenemos que descansar, no como ciertas chicas calenturientas! —dijo la peli plateada saliendo muy rápido como huyendo de algo.

Fighter agarró de las manos a Serena y la dirigió a su habitación. No se sabe cual de las dos estaba más nerviosa. En solo pensar en los besos que se dieron esa mañana sus corazones palpitaban más rápido,  sentían cosquilleos en sus estómagos.

 En solo pensar en los besos que se dieron esa mañana sus corazones palpitaban más rápido,  sentían cosquilleos en sus estómagos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No Me Rendiré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora