Cierta Starlights de cabello plateado se despertó muy feliz, no podía creer como el amor podía influir tanto en su estado de ánimo y en su perspectiva hacia la vida. Se acordó de Seiya en su estancia en la Tierra, de como el pobre se esforzaba tanto tratando de hacer todo lo mejor posible para que Serena lo viera de otra forma, se la pasaba muy feliz cuando estaba con ella, descuidó su misión, hasta se enfrentó a ellos a su propia familia por esa chica, y otras veces parecía un alma atormentada.
Healer pensó que el amor era algo muy complejo y complicado, ella no tenía paciencia para algo así. Luego miró a esa rubia que estaba dormida a su lado, se veía tan hermosa, su corazón comenzó a latir muy rápido, se sentía tan llena de vida , esa chica se había posado en lo más profundo de su corazón, definitivamente iría con ella hasta el fin del mundo, no importaba cuan complicado sea todo, no quería privarse nunca de la presencia de esa alocada pero encantadora rubia. Haría de todo para hacerla feliz, si le tocaba vivir como Yaten para estar a su lado por siempre, lo haría sin pensarlo aunque no le gustaba mucho ser un chico pero tenía sus ventajas pues esa rubia se volvía loquita por él y eso le subía la adrenalina. Ahora entendía bien por lo que había pasado su hermana.
Healer se tapó la cara con su mano derecha de solo pensar en las maldades que le haría Fighter cuando se entere de su situación amorosa con Mina, pero eso no le importaba, ella enfrentaría lo que sea por esa chica, ya sean las burlas sin fin de su hermana, pues se lo merecía por como la ha estado molestando.
La Starlights se levantó con mucha cautela, recogió su ropa y se vistió, tenía que cumplir con sus obligaciones en el palacio. Pero antes de retirarse le escribió una nota a su amada y se lo puso en la mesita que se encontraba cerca de la cama para que ella lo encontrara, por si acaso le colocó su brassier al lado, se echó a reír para si misma al hacer eso. Le dio un ligero beso en su frente y salió de la habitación.
Minutos después la peliplateada ya estaba bañada y lista para su faena diaria, se acordó de sus invitadas y les solicitó a las muchachas de servicio que les prepararan un exquisito desayuno, que a lo que estén despiertas las atendieran lo mejor posible.
Healer frunció el ceño en solo pensar en la presencia de Haruka y Michiru, de lo chocantes y creidas que son esas mujeres, nunca las vieron con buenos ojos, pero eso no importaba, el hecho de que Mina esté allí lo valía todo.
Ella fue a la oficina de su princesa, revisó algunos informes y peticiones de la gente del Reino Tankei y procedió con el protocolo correspondiente.
Mientras tanto Fighter despertó al lado de su amada Bombón. En el poco tiempo que han estado juntas en Kinmoku fueron los mejores momentos de su vida, sin embargo se sintió algo afligida al pensar en ese enemigo, no sabía a que clase de batalla se enfrentarían nuevamente. La ausencia de su princesa y de Maker, le hizo pensar en todas las posibilidades.Fighter entró al baño dejando a su bella durmiente en la cama. Mientras se enjabonaba la piel y el chorro de agua le resbalaba encima despojandola de las espumas que le acariciaban la piel, unas manos se aferraron a ella por la espalda.
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No Me Rendiré.
Hayran KurguDespués de la lucha contra Sailor Galaxia, Serena nunca volvió a ser la misma, constantemente la invade la nostalgia y la tristeza por extrañar la compañía de aquella estrella fugaz que una vez le enseñó a nunca rendirse...Ahora le tocará enfrentar...