No Me Rendiré.

32. El desenlace de la batalla

El cielo estaba totalmente oscuro, Kakyuu sintió una fuerte aflicción en su corazón, ya que ella tenía la certeza de que la mayoría de la Sailor Senshis y sus Starlights habían perecido durante la batalla; telepáticamente les envió un mensaje a cada guardián protector. En el momento en que desaparezca el resplandor de Sailor Moon ellos debían proceder a expulsar a Caos de su planeta, era un acto muy egoísta pero no había otra opción, ella no podía hacer nada. En el pasado todos e incluso ella misma habían muerto, hoy tenía que salvar a su planeta, debía intentarlo.

La princesa Kakyuu se veía imponente, era la líder de su pueblo, debía mostrar fuerzas aunque por dentro su corazón estaba destrozado por la muerte de sus queridas Starlights. Ella apretaba entre sus manos el péndulo sagrado, siendo ahora la única protección de Kinmoku, ya que si Sailor Moon moría no había esperanza para el resto del universo.

En el momento crucial, apareció Sailor Galaxia en medio de la batalla, desviando el ataque de Caos para evitar que eliminara a Sailor Moon.

—¡Soy la guardiana encargada de proteger a todas las galaxias, no permitiré que logres tus objetivos egoístas y malévolos!

—¡Veremos que puedes hacer! Recuerdo que la última vez te dominé...Disfrutaste mucho sentir la fuerza de mi poder oscuro. No veo cual sea la diferencia de hoy...Ja ja ja —respondió Caos, luego le lanzó un ataque.

—¡Cañón infernal! —Unos rayos oscuros van a la velocidad de la luz directo hacia Sailor Galaxia, ella los esquivó de forma asombrosa girando hacia el lado contrario, luego se puso en posición de combate y le lanzó un ataque a su enemigo.

—¡Explosión Galáctica! —Una fuerte luz dorada impactó a Caos haciéndolo tambalear por unos segundos, a la vez haciéndolo enfurecer más, luego atacó nuevamente.

—¡Tempestad Oscura! —Una enorme bola de energía fue directo hacia Sailor Galaxia, la alcanzó antes de girar para evitarlo. Ella cayó al suelo con varios cortes en su piel que sangraban, sintió que le ardían las heridas pero no era el momento para vacilar por pequeñeces, si todo el universo dependía de esa batalla, luego se levantó con firmeza y devolvió el ataque.

—¡Turbulencia Galáctica! —El golpe impactó nuevamente a Caos, lanzándolo a unos metros de donde se encontraba, un hilo de sangre salió de su boca, el cuerpo de la Sailor del Planeta Coronis salió lastimado con ese ataque, los moretones y cortadas demostraban su vulnerabilidad por el impacto.

Caos, dijo con indignación:

—¡Maldito cuerpo debilucho, tu serás mi perdición...No lo permitiré! ¡Ya basta de juegos estúpidos! —Se levantó muy enojado por haber sido lastimado y decidió utilizar los brazaletes en contra de Sailor Galaxia, alzó ambos brazos apuntando directo al corazón de su víctima.

Una fuerte luz alcanzó a Sailor Galaxia extrayendole su Cristal Zafiro, el cual salió brillando en el aire y fue a posar en las manos de Caos mientras se reía por su victoria. El cuerpo de Galaxia se desvanecía en el aire emitiendo un eco con su último suspiro.

—¡Cosmos!

Minutos antes, mientras combatían Caos y Sailor Galaxia; Sailor Moon, o mejor dicho, la princesa Serenity despertó en otra dimensión, ella sentía mucha calma en su interior, se encontraba en medio de un hermoso jardín repleto de flores doradas. Se sentó en el verde prado observando el ocaso como si nunca hubiera estado en ninguna batalla, no recordaba la muerte de sus seres queridos.

De repente, la rubia escuchó varias voces mezclándose:

—¡Serena, princesa, cabeza de Bombón...Debes luchar, confiamos en ti, no permitas que desaparezca lo que más amamos, el hermoso mundo por el que siempre hemos luchado...Estamos contigo!