No Me Rendiré.

9. Afrontando la Realidad

Era una noche fría, pero más frío estaba el corazón de las guardianas de la Luna por extrañar la calidez de su Princesa.

Michiru estaba tocando el violín, mientras Haruka leía el periódico cerca de la chimenea. De repente llegó Hotaru gritando:

—¡Mamá Michiru, papá Haruka! La princesa me dijo en sueños que mañana temprano vendría a vernos al Templo.

Las dos chicas quedaron asombradas, sin perder tiempo  Michiru revisó su espejo pero al igual que en las ocasiones anteriores no mostraba nada, la princesa estaba fuera de su alcance.

Haruka le avisó a las otras chicas y también a Darien. Acordaron verse temprano en el Templo Hikawa. Nadie logró conciliar el sueño después de esa noticia.

Al amanecer  el sol brillaba más que nunca, las chicas ya tenían la esperanza de que su princesa regresaría. Ya no existía ningún sentimiento de coraje o ira en sus corazones, al principio algunas sintieron mucho enojo por abandonarlas y dejar todo al borde de la interperie, otras sentían impotencia por pensar en lo peor, que algo malo le sucediese y ellas no estaban cerca para protegerla, otras sentían tristeza por no haberse dado cuenta a tiempo de lo que le estaba ocurriendo a la persona más importante para ellas.

Solo Darien se parecía a la caja de Pandora, del que no se sabe que tendrá escondido adentro. Se veía sin ningún tipo de expresión.

De repente, enfrente de todos apareció Sailor Moon.

—¡Serena tonta, donde estabas? —dijo Rei con los ojos llorosos.

—¡Princesa! —exclamaron Hotaru y Michiru, con la voz entrecortada.

—Serena...regresaste —preguntaron Ami y Lita—. ¿Donde estabas?¿Cómo estás?

Haruka quería correr a abrazarla pero se contuvo, solo apretó los puños y se veía muy seria.

La que corrió sin pensarlo dos veces a abrazarla fue la rubia de moño rojo, pero se dio un fuerte golpe con la pared al atravesar lo que pensaba que era su amiga, puesto que realmente Sailor Moon no se encontraba  físicamente enfrente de ellas, era un excelente holograma  hecho con el Poder de Sailor Galaxia  para comunicarse con ellos.

Darien solo estaba como un observador estático y mudo ante todo.

—¡Chicas, Darien , Luna y Artemis! —Los miró a todos uno por uno con una mirada protectora, y prosiguió—. Estoy aquí porque no quiero que se preocupen por mi, me encuentro bien.
Yo se que ustedes sólo  querían el bienestar de nuestro mundo pero hay cosas que no podré realizar, lo siento mucho...Me fui porque no quería que se opusieran a mis decisiones...ya es un hecho, por los momentos no regresaré.

—¿Qué es lo que dices?¿Cómo puedes abandonar todo de esa manera tan irresponsable y llegar así  como si nada para decirnos que no regresarás?
—habló Darien lleno de enojo, tenía una mirada penetrante que mataría a cualquiera si pudiera—. ¿Acaso no piensas en nuestro futuro?

Sailor Moon lo miró con los ojos tristes y decepcionada por ver que a él  no le importaba su amor solo su futuro.           —Respiró profundo, cerró los ojos por unos segundos como si hubiera meditado y luego habló con él tono fuerte pero calmado para que todos la escucharan:

—"Mi sueño siempre había sido encontrar a mi amado Príncipe, formar una hermosa familia desde que conocimos a la pequeña dama y se nos reveló nuestro pasado trágico del Milenio de Plata,  de nuestro renacimiento,  nuestros destinos juntos para fundar Tokio Cristal. Al saber eso creí que ya nada me podría faltar, ya tenía una vida planificada, ya no me importaba otra cosa que sólo esperar que esa utopía se hiciera realidad.