«Dubi Dubi duba dubi dubi duba», esa melodía sonaba por los aurículares de Meredith mientras se escabullia entre los pasillos del complejo. Se encontraba huyendo de Martha, le habían dicho que la estaba buscando, la alienigena no lo pensó dos veces y decidió salir de el lugar, así evitaría más peleas entre los super hermanos; si llegaba a la puerta del complejo iba a estar libre al menos por ese día.
Iba pegada a una pared cercana a la salida pero, justo cuando iba a voltear en una esquina, se topo de frente con Robin haciendo que cayera del susto.
—Le fallé a Perry —susurró para sí misma y el contrario la ayudó a pararse.
—Hola Mer —saludó el pelinegro.
—Hola Rob —contestó sacándose los audífonos.
—Justo te estaba buscando ¿Tienes un minuto? —preguntó nervioso.
La alienígena intercambio su mirada entre la puerta de salida y su amigo; a pesar de haberlo hablado con sus amigas aún no se sentía capaz de decirle a Robin y Martha que se sentía incómoda cuando peleaban por ella; así que solo solto un suspiro y asintió rápido para no arrepentirse.
—Dime.
—Okay, quería darte esto —sacó un disco de su bolsillo—. Desde que vi que tienes un reproductor de CD portátil, y que se que AC/DC es tu banda favorita, te lo quize dar —se lo dio algo apenado.
—Wow gracias, no tenías...—no terminó de hablar porque se que estupefacta al ver que estaba autografiado—; ¿E-es real?
—Si —respondió alegre—, es el último CD en el mundo autografiado por la banda. Y...quisiera agregar que no utilicé las influencias de mi papá Bruce para adquirirlo; hubo un concurso por twitter, tuve que enviar 300 tweets al día para lograrlo pero valió la pena —contó con orgullo—. ¿Te gusta?
—¡Me encanta! —gritó eufórica y saltó para abrazarlo—gracias, en serio.
—correspondiendo al abrazo—Tú lo vales. Te lo quería dar hace mucho tiempo pero siempre te escapas.
—Gracias —repitió y lo soltó pero esta la seguía abrazando—, ya me puedes soltar.
—Oh, lo siento —se disculpó y la obedeció.
La de piel verde le iba a decir que necesitaba irse pero, justo como si el universo conspirara en su contra, apareció Martha; cuando la recien llegada la vi sonrió pero cuando su ojos se posaron en su hermano, está la miró con rabia.
—¿Qué haces aquí? —preguntó molesta.
—Existir ¿Qué no ves? —respondió de forma retadora—, este lugar no es tuyo como para que preguntes eso.
—Calmense, por favor —pidió encarecidamente Meredith—, no tienen porque pelear aquí.
—Tienes razón guapa —le sonrió Martha y por un momento pensó que había logrado contentar a los hermanos—. Peleemos afuera.
Robin y Martha comenzaron a tener una pelea verbal mientras que Meredith se encogia en su lugar esperando que terminarán de discutir; no podía simplemente huir porque si los dejaba solos quien sabía si llegarían a hacerse daño.
Como si el universo se apiadara de la pobre alienigena, su salvación apareció por la puerta y se acercó a los tres justo antes de que empezarán los golpes.
—¡Alfred! —gritaron al unísono los de cabello negro y recobraron la compostura para aparentar que no había pasado nada.
—Jóvenes Wayne, que gusto verlos —saludó cordialmente a sus protegidos—, buenas tardes señorita —se dirigió a la de piel verde.
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WHATSAPP : JÓVENES SUPERHÉROES
FanfictionSecuela/Spin-off de "WhatsApp de Superhéroes" Los hijos de nuestros héroes favoritos también tienen WhatsApp ¿Qué aventuras les deparará el destino?