Billy hizo aparecer unas bebidas de la cocina para Miles y él; se tomaron unos minutos para calmarse de tantas emociones, al cabo de un rato, el mayor desapareció su bebida y se dispuso a hablar.
—Bueno, creo que ya es momento.
—dejó su bebida—Te escucho.
—Habrás notado que Alec es un poco….difícil de tratar —el otro asintió—, yo sé porque.
—¿Cómo?, digo, se que eres más cercano a él que yo pero no sé ve alguien que hable de sus emociones.
—No me siento muy orgulloso de esto —rasco su nuca—, pero espíe su mente.
Miles le dedico una mirada de incredulidad y algo de reproche, el mayor se apresuró a alzar sus manos en señal rendición.
—Era muy inmaduro —se excusó—, sentía curiosidad por su extraño comportamiento, además ya me disculpe con él, porque cuando entre a su mente lo notó en seguida.
—Bueno, si Alec te perdonó esta bien, pero si es algo tan privado ¿Por qué me lo cuentas? —inquirió curioso.
—Siento que ya está llegando a su límite, hubo un día que no comió nada por estar entrenando —contó preocupado—, tuve que “acusarlo” con sus padres. Si hay alguien que puede al menos traerlo a tierra son ellos.
—Me di cuenta que los llama por su nombre, eso es un poco raro.
—En su caso si, de acuerdo, te voy a contar —suspiró—. Nora y Morgan saben que son adoptadas ¿Verdad?
—Si, a mi tía se lo contaron cuando tenía diez, se sorprendió bastante pero no parecía fuertemente afectada —comentó—, Nora lo supo cuando tenía siete, creo, lloró un día pero después estuvo tranquila.
—En ambos casos, a ellas no les afecto porque las adoptaron de bebés, casi recién nacidas.
El moreno asintió con la cabeza, aunque no sabia a donde quería llegar su primo con toda esta retrospectiva, Billy vio su cara de confusión así que se apresuró a aclararle el punto.
—Alec fue adoptado cuando tenía tres años, pero cuando entre a su mente supe que no había quedado huérfano o algo por el estilo —explicó—, el fue abandonado por sus parientes en el orfanato —su mirada se volvió sombría—; vi su recuerdo, vi como lloraba mientras hacía fuerza para que no lo botaran de una camioneta, corrió detrás de ella pero era pequeño, no llegó muy lejos y se cayó en el asfalto, fue recogido y curado de sus heridas por una trabajadora de aquel lugar.
—Pobre Alec, no se merecía que algo tan horrible le pasará —expresó con indignación y furia—, lo siento, me altere.
—Te entiendo, yo también me altere en su momento, pero también descubrí que Alec ya no le importan ellos como tal, hasta se olvido de sus rostros —contó— ¿Puedo continuar?
—Claro, claro.
—Alec estuvo en estado de depresión por dos meses, nada lograba que eso cambiara—empezó a decir—. Por esa época, Pietro y Clint fueron al orfanato para decidir a quien adoptarían; a mi primo le llamó la atención aquella pareja “diferente” y le gustó el cabello de mi tío Pietro, pero se sintió inseguro de acercarse porque todos los niños del lugar se pegaron a los recién llegados. Mis tíos estuvieron conviviendo con los niños del lugar muchas horas, pero no llegaron a conectar con ninguno; estaban por irse hasta que Clint observó a Alec en una esquina y se acercó a él, lo saludo pero no recibió respuesta, en cambio, mi primo se quedó observando el collar de arco y flechas que traía, lo agarro entre sus pequeñas manos; entonces Clint llamó a mi tío Pietro para que viera al niño; cuando llego a su lado, Alec estiró su mano para tocar su cabello y por primera vez en meses sonrió; mis tíos supieron en ese momento que el era el niño que estaban buscando.
—Alec fue afortunado entre todo de encontrar una nueva familia que lo quiere de verdad y le entrega todo su amor —sonrió.
—Si —respondió con una mueca de tristeza—, ojalá él lo entendiera. Conforme fue creciendo se volvió más rígido, tenía pesadillas constantes de Pietro y Clint abandonándolo, por eso se esfuerza tanto tratando de ser el mejor, quiere que estén orgullosos; fue el número uno en sus escuelas, entrena todos los días para ser el mejor héroe, para que mis tíos puedan presumirlo. Él en serio, ya quiere cumplir veinte para que lo dejen ir a misiones —recalcó este último punto porque la edad inicial para iniciar en ese mundo subió—, pero aún así quiere “separarse” emocionalmente de ellos porque no quiere volver a ser destruido —dijo con pesar—. Alec, quiere a mis tíos, sus papás, pero esta perdido en darles orgullo que se olvido de vivir.
Ya habiendo terminado el triste relato, ambos suspiraron, ninguno se podía imaginar en una situación similar, admiraban mucho a Alec, pensaban que era realmente fuerte por haber soportado todo eso y ambos querían ayudarlo.
—¿Por qué yo? Tal vez puedas decírselo a Keila y ella pueda ayudar a manejar sus emociones —sugirió.
—Lo pensé pero ella casi actuaría como una solución temporal, lo que mi primo necesita es poder estar tranquilo por el resto de su vida —volteo para mirarlo—y algo me dice que tu puedes ayudar.
—Okay, haré todo lo que esté en mis manos —ambos sonrieron.
Se pararon para salir de esa habitación, caminaban por los pasillos hasta la gran sala donde estaban la mayoría, se iban a separar hasta que Miles paro en seco y se volvió hacia su primo.
—¿Seria malo o te molestaría que hiciera un grafiti sobre toda la familia Maximoff y Danny? —preguntó avergonzado—, es que ambas historias me inspiraron.
—le sonrió—No te preocupes, es una idea increíble, es más —saco su billetera y saco un foto de Danny de ella—, ten, para que puedas pintarlo.
—Gracias, te la devolveré cuando termine.
—Esta bien —sonrio y se fue.
Mientras recorría la sala en búsqueda de a su mejor amigo para decirle que lo acompañe a pintar, se topo con Alec, le brindo una sonrisa y este le respondió con una mueca de duda, él siguió con su camino pero prometiéndose que haría algo para ayudarlo.
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Recuerden estos dos capítulos, son una mouseke herramienta misteriosa que servirá para más tarde.
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Bueno, eso es todo por ahora, nos leemos en la próxima 😉
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WHATSAPP : JÓVENES SUPERHÉROES
FanficSecuela/Spin-off de "WhatsApp de Superhéroes" Los hijos de nuestros héroes favoritos también tienen WhatsApp ¿Qué aventuras les deparará el destino?